((**Es12.206**)
Auxiliadora, hizo que el buen cronista escribiera:
<>.
El Siervo de Dios concedió audiencia a una
muchedumbre de personas, sin lograr despacharlas
antes de la una de la tarde. Un telegrama de
Génova le avisaba de que dos nobilísimas damas
llegarían a las dos y comerían en el Oratorio. El
las aguardó, siempre tranquilo y afabilísimo.
Fue a cenar cuando acabó de confesar, que fue
muy tarde. Allá le estaba esperando Gazzolo. El
cónsul argentino había leído en la Unidad Católica
las cartas de los misioneros; también había
seguido sus pasos en otras publicaciones análogas;
pero había quedado mal impresionado y necesitaba
desahogarse. íSe hacía poca mención de él!
Ya se lo había manifestado a don Juan Bautista
Francesia; pero no le bastaba.
Así que lo vio don Bosco se descubrió, lo
abrazó y lo besó. íNunca se le había visto
permitirse tales demostraciones! Después le sentó
a su lado, le dedicó los más amables títulos,
atribuyéndole todo el mérito de la empresa tan
felizmente lograda y, aunque rendido de cansancio
hasta no poder más, prolongó la conversación más
de una hora. No consintió nunca don Bosco que
nadie se despidiese de él con una gotita de
amargura en el corazón.
El día de la fiesta comenzaron muy temprano las
misas y las comuniones, que duraron hasta cerca de
las diez. Los alumnos de Valsálice asistieron a la
misa de comunión general. La música, observa la
crónica, <>. ((**It12.236**)) La
escolanía creada y formada por don Juan Cagliero
se lució también en ausencia del maestro, por lo
bien que había sabido adiestrar a los alumnos y
prepararse un excelente sustituto con Dogliani. Es
digno de notar lo que se lee en la Invitación a la
fiesta: <>. En efecto la dramática ejecución
fue llamada sin más por el pueblo la batalla de
Lepanto. Era el estilo de música religiosa de
entonces. Toda la música fue repetida el día 25,
solemnidad de la Ascensión, con una afluencia de
gente aún mayor y con un número de comuniones algo
menor, ya que era día festivo.
Don Bosco, apenas terminó su misa, se vio
rodeado por unas cincuenta personas, que querían
ser bendecidas, y lo entretuvieron una hora y
media. Estaba tan cansado por el ajetreo de los
días anteriores,
(**Es12.206**))
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