((**Es12.186**)
Hablábamos ahora mismo de la insólita
mortalidad. La crónica advierte el hecho y
aprovecha la ocasión para describir el rito de las
exequias. <>.
Al año siguiente, hubo un sacerdote novicio
((**It12.211**)) que
asistió por primera vez al traslado de los restos
mortales de uno que había fallecido en el
Oratorio. Se llevó una impresión tan profunda que,
más de medio siglo después, escribía: <> 1.
A mediados del mes de María Auxiliadora se
celebró la fiesta del Patrocinio de san José, que
se acostumbraba celebrar con solemnidad
especialmente por los aprendices. <>, dice la
crónica; pero, no habiendo llegado, se trasladó la
fiesta externa a otro domingo. Mas no se omitió la
solemnidad en la iglesia. Aquel día llegó una
novedad desde la calle y fue la visita de los
presidentes generales de las Conferencias de San
Vicente en Italia.
Como ya ha narrado Lemoyne, florecía en el
Oratorio una Conferencia de San Vicente, aneja
regularmente a la de París. Su fin principal era
tomar bajo su tutela a los muchachos pobres, que
iban a la catequesis; es más, los socios se
prestaban a darla. Como eran internos, no podían
ir a ver a los muchachos en su casa para llevarles
los socorros, según las normas de los estatutos;
los esperaban, en cambio, en el Oratorio y los
socorros consistían en premios de asistencia, y
sobre todo en prendas de vestir.
Así que el domingo, 7 de mayo, anunciaron su
visita a la Conferencia
1 J. VESPIGNANI. Un año en la escuela del beato
don Bosco (1876-1877), pág. 60. San Benigno
Canavese, Escuela Tipográfica Salesiana, 1930.
(**Es12.186**))
<Anterior: 12. 185><Siguiente: 12. 187>