((**Es12.165**)
Muy querido don Bosco:
Como contestación a su apreciadísima carta debo
decirle con toda confianza que, al presente, no me
parece oportuno y prudente por mi parte reaparecer
por Turín ante nuestro reverendísimo señor
Arzobispo, como predicador de la Novena y Fiesta
de María Virgen Auxiliadora, y ademas en realidad
no me atrevería a llegar a tanto.
No hace más que unas pocas semanas cuando,
confiando sin duda demasiado en mí mismo y en mis
pobres fuerzas, intenté defender por escrito la
causa del querido don Bosco, buscando la manera de
aproximar los ánimos de los grandes Hombres de
Dios, que tal vez no están en buena armonía porque
no se entienden y no se conocen; pero el Señor me
humilló y no conseguí más que perturbar y
disgustar amargamente a quien hubiera querido
apaciguar, enredando así más y más la madeja de
una desunión más intelectual que cordial. Bonum
mihi, Domine, quia humiliasti me, ut discam
iustificationes tuas. Y esto en el máximo secreto.
Tal vez el Obispo de Pavía iría a las mil
maravillas para su Novena y fiesta. Le saludo in
Domino.
Alba, a 28 de abril de 1876.
Su
atto. y s. s.
EUGENIO, Obispo
((**It12.187**)) Esta
misma fecha lleva una carta del abogado Menghini,
en la que se rinde a don Bosco un preciosísimo
testimonio. Nótese o recuérdese que Menghini era
también el abogado de Monseñor en Roma, obligado
por consiguiente a defender los intereses de éste,
siempre dentro de los límites impuestos por la
conciencia y el honor. Pues bien, en una carta del
28 de abril al Arzobispo de Turín, tratando de
asuntos completamente distintos, se expresa en los
términos siguientes 1:
<>.
-Don Bosco se defiende, no ofende, dijo en
cierta ocasión el Beato a don Juan Bautista
Francesia, cuando se hablaba de quien le
estimulaba a tomar la ofensiva.
Puede cerrarse esta nueva serie de dificultades
con otro incidente nacido con motivo de las
ordenaciones. Don Miguel Rúa presentó a la Curia
una nota de clérigos, rogando que fueran admitidos
a recibir las órdenes en las témporas de
Pentecostés. No se aceptó la nota porque faltaban
ciertas indicaciones.
Don Miguel Rúa rehízo la petición, teniendo muy
en cuenta las
1 El original se encuentra en casa del teólogo
Franchelli en Turín.
(**Es12.165**))
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