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CAPITULO VI
VIAJE DEL BEATO A ROMA
EL compañero de viaje del Beato escribió un diario
lacónico del mismo, reservándose quizá el cometido
de ampliarlo más tarde cuando tuviese comodidad, o
de proporcionar a otro los elementos para ello. La
realidad es que sus apuntes quedaron tal y como
los redactó a vuela pluma en el primer momento.
Afortunadamente tenemos otras noticias, que
sacamos de la correspondencia epistolar y de las
pláticas del Siervo de Dios, y que reproducimos
tal y como las conservaron los testigos. Más que
un orden cronológico seguimos en nuestro relato
una especie de hilo ideal, que es bastante
visible, por lo que no es menester anteponer aquí
especiales indicaciones para aclararlo.
Parece extraño que don Bosco, que tanto deseaba
que sus sacerdotes vieran Roma y al Papa, no
facilitara su intento cambiando de secretario cada
vez que iba a la Ciudad eterna. Es verdad, pero
sus muchos quehaceres en ella y la escasez del
tiempo le obligaban a servirse continuamente del
mismo secretario en casa y fuera de ella. En
efecto, sucedía que el Beato tenía que preparar
para las Congregaciones Romanas o para Cardenales
informes escritos, que por vía ordinaria habrían
requerido uno o dos meses de trabajo; él, por el
contrario, desafiando la incredulidad de cuantos
le oían, se comprometía a despacharlo todo en dos
o tres días. Redactaba, pues, su trabajo a toda
prisa y lo entregaba para pasarlo a limpio a su
secretario, a quien tenía horas y horas clavado en
el escritorio. A veces terminaba don Bosco su
redacción ((**It12.159**)) a las
diez de la noche, de lo que el secretario tenía
que devolverle copiado en limpio a la mañana
siguiente; así sucedía que, al ir a celebrar la
misa, se encontraba con el incansable amanuense
tal y como le había dejado por la noche.
Nada diremos tampoco de las caminatas que le
hacía darse por la ciudad a todas las horas del
día. Y para servicios tan arduos y preciosos no
había ninguno que pudiera prestarlos mejor que don
Joaquín Berto.
Un asunto poco importante, que esta vez llevaba
don Bosco a Roma, era un compromiso contraído allí
el año anterior. Desde el año
(**Es12.141**))
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