((**Es12.139**)
Le aseguro que he sentido mucho la dolorosa
pérdida de su señor padre, y que no dejé de
ordenar y hacer especiales oraciones por él, a
quien Dios llamó a su lado, y por usted, por su
hermana, para que el Señor tenga a bien
concederles paciencia y resignación a su divina
voluntad.
Lo mismo hemos hecho con la inesperada pérdida
de la llorada Madre Galeffi. Pero tuvimos la gran
satisfacción de saber que estos queridos difuntos
pudieron recibir los últimos consuelos de la
religión. Esperamos que, después de una preciosa
uerte en la presencia de Dios, hayan volado a
gozar el premio que su divina bondad tiene
preparado en el cielo a todos los que mueren en su
santa gracia.
El mes de abril tengo que ir a Roma para leer
un discurso en la Academia de la Arcadia el día de
viernes santo. La primera puerta a la que llamaré
es ciertamente a la del número ciento cuatro, en
la calle Sistina, en donde desde hace tanto tiempo
tenemos una verdadera ganga. Pero, como deseo
aminorar molestias a usted y a nuestro señor
Alejandro por cuanto me sea posible, ruégole me
diga con toda libertad si en esos días podrá
seguir haciéndome esta caridad. De no ser así,
espero nos indique alguna honesta familia adonde
podamos acudir.
Una persona de Turín tiene que ir a Roma dentro
de poco tiempo y está encargada de saldar mis
deudas por los gastos que hizo el buen Alejandro
con diversos rescriptos, que recibí puntualmente.
El día 10 de este mes abrimos dos casas nuevas,
y el próximo mes de marzo se abrirán otras tres.
Como ve, el Señor bendice a nuestra pobre
Congregación; ruegue por nosotros para que podamos
corresponder a sus gracias y bendiciones.
En una carta, que acabo de recibir de la
República Argentina, nuestros misioneros envían
saludos cordiales para usted y su señor marido y
se encomiendan a la caridad de sus oraciones.
Don Joaquín Berto, don Juan Bautista Lemoyne,
don Juan Bonetti y otros de nuestra casa les
saludan a usted y a su esposo, y yo, pidiendo para
ustedes toda suerte de bendiciones del cielo, con
filial aprecio y veneración tengo el honor de
profesarme,
De V.S.
Oratorio de San Francisco de Sales, Turín,
5-2-1876.
Atento y s. s.
JUAN BOSCO, Pbro.
P. D. Muchos saludos para su señora hermana y
el buen Luisito.
((**It12.156**)) La
segunda carta es de un mes más tarde, para
felicitar a la señora en su día onomástico. El año
anterior había cumplido en esta misma ocasión con
su <> personalmente; ahora, le pide que le
conceda poder volver a felicitarla personalmente,
pero aplazando la fecha, y manifiesta haber
recibido respuesta favorable al deseo expresado en
la carta de febrero. En las pocas horas de parada
en Sampierdarena hará escribir a don Miguel Rúa
que entregue a don Celestino Durando una botella
del año 1815, para que la lleve consigo a Roma.
<>.
(**Es12.139**))
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