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muchas cosas buenas: es sacristán, músico,
catequista y podemos decir que es el mayordomo de
la casa de Buenos Aires. Y si queréis, podéis
añadir también a Molinari, aunque cultiva la
música. Todos ellos estaban el año pasado aquí
entre nosotros como simples artesanos, y ahora son
allá personas cualificadas, apreciadas y honradas.
Concluyendo quien lo desee, ya sabe que el campo
lo tiene abierto, y quien no lo desee, quédese
tranquilo en el lugar que ocupa.
Ahora, antes de salir yo para Roma,
escribiremos en nombre de todos vosotros un saludo
para el Papa, al que pediré una bendición especial
para mis queridos aprendices. Que esta bendición
sirva para estimularos a perseverar en el bien, y
asimismo en la salud y en vuestros intereses
materiales; pero sobre todo ((**It12.153**)) os
haga fuertes para resistir todas las tentaciones,
que a vuestra edad os acosan y atormentan, y os
haga más fuertes que el demonio. Y de modo
especial querría que, con esta bendición, os
empeñarais todos, absolutamente todos, en vencer
las tentaciones que os quieren hacer caer en cosas
contrarias a la virtud de la modestia; querría que
guardarais vuestros pensamientos, miradas y
palabras de modo que nunca disgustéis al Señor en
este punto.
Animaos y veréis que la gracia de Dios,
reforzada con la bendición de su Vicario, os hará
superiores a cualquier sugerencia del demonio. Por
lo demás, >>qué queréis que os diga?
Suspendió entonces su discurso y con amable
sonrisa paseó su mirada resplandeciente de
indescriptible bondad sobre todos los muchachos,
que pendían de sus labios. En aquel momento
parecía manifestarse en su rostro el alma de un
padre, que ama con ternura a sus hijos. Después de
unos breves instantes de silencio, siguió
diciendo:
Mientras yo esté lejos de aquí, rogad al Señor
por mí, para que me salgan bien los asuntos que
llevo a Roma; pues ya sabéis que, cuando voy a
Roma, es porque tengo grandes asuntos que resolver
y siempre me guían allá graves motivos, que miran
al bien de la casa y, por tanto, también al
vuestro. Cuando vuelva, si todo salió bien, os
diré que habéis rezado con éxito y que sois
buenos; de lo contrario, os diré que sois todos
unos maletas 1, incapaces de obtener con vuestras
oraciones lo que yo deseaba. Pero espero que,
vosotros rogando y yo con el mazo dando, las cosas
saldrán bien, sobre todo si juntáis alguna
comunión con vuestras oraciones. Sí, yo creo que
os esforzaréis por comulgar alguna vez, para que
prosperen nuestros asuntos en Roma.
Mientras tanto, que el Señor os dé salud,
santidad y perseverancia en el bien, para que
podáis vivir siempre felices.
Y ahora, si tenéis algún recado para Roma,
estoy a vuestras órdenes. Si alguno quisiera
escribir una cartita al Papa, yo se la llevaré;
sólo os recomiendo que la escribáis con buena
letra y sin faltas de ortografía. La vez pasada
llevé algunas, el Papa las leyó y me hizo notar
algún error gramatical y alguna falta de
ortografía, y me dijo:
-Ya se ve que son unos aprendices los que
escriben. Dirá a fulano que aquí hay que poner
doble `ele' y aquí doble `erre', etc.
1 Maletas. Don Bosco empleó la palabra
piamontesa sciappini, que se aplica a quien es un
vulgar chapucero en su arte u oficio. (N. del T. )
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