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tratados a baqueta, >>cuántos reparos no tendrían
que poner ((**It11.108**)) al
método seguido en el Oratorio? Para comprender la
vida del Oratorio era menester haberla vivido; lo
cierto es que los primeros Salesianos, y sin la
menor chochez, volvían con el pensamiento al
Oratorio de entonces, como al paraíso de sus años
mozos. Pero la historia del conflicto sigue; poco
a poco se irán amontonando los elementos para
formar un ponderado juicio.
Mientras tanto, el que haya seguido la
narración habrá advertido la humilde calma que don
Bosco mostraba al tomar una decisión.
Don Miguel Rúa, que vivía más cerca de él que
ningún otro, nunca le oyó una palabra que
manifestara falta de respeto o de sumisión; más
todavía, nunca le oyó hablar de esos asuntos sino
con quien fuera absolutamente necesario,
ocultándoselos a los demás, con el fin de que no
concibieran sentimientos menos caritativos o menos
reverentes hacia la Suprema Autoridad de la
Archidiócesis. Y aun hablando de ello, solía
presentarlo como una prueba a la que el Señor
había querido sujetarlo 1.
<>->>Y qué querrías tú hacer? >>Qué? Yo he
hecho cuanto he podido. Pero, bueno, ahora haremos
así. Iremos los dos al palacio episcopal con un
palo bajo el manteo, le rogaremos que se aguante,
le mediremos las costillas y, después,
tranquilamente nos volveremos a casa.
>>Había muchos presentes que seguían con
interés el diálogo y rieron la ocurrencia. De este
modo lograba el Siervo de Dios que se disipara el
resentimiento de los ánimos>> 2.
1 Proceso Apostólico anteriormente citado, pág.
731, & 10, pág. 736, & 20. Véase además en el
Apéndice, documento n.° 10, la noble deposición de
la condesa Lorencina MazŠ de la Roche, sobrina de
monseñor Gastaldi.
2 En la edición, que traducimos, del volumen XI
de las Memorias Biográficas, se suprimieron
algunos pasajes del original, como por ejemplo, el
que <> acabas de leer.
Las delicadas relaciones sostenidas entre don
Bosco y el Arzobispo de Turín parecían exigir
todavía un prudente y delicado silencio en el
momento de la primera edición. Pasados ya más de
cincuenta años, y después de publicada una edición
crítica de la biografía de monseñor Gastaldi, no
parece exista ningún inconveniente en que
aparezcan graciosos parrafitos como el anterior,
que manifiestan el amable ingenio de los Santos en
momentos difíciles. (N. del T.)(**Es11.99**))
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