((**Es11.95**)
don Bosco a hacer declaraciones por escrito, que
comprometieran a su Congregación, ((**It11.103**)) le
invitó por carta, cuando todavía se encontraba él
en Roma, a que reflexionara y proveyera 1. No nos
consta que don Bosco haya modificado en este punto
su postura.
Como tampoco cambió su línea de conducta sobre
otro punto: el de presentar casos precisos, en vez
de hacer acusaciones generales. Insiste en ello,
en una nota que llevaba consigo a una audiencia
pontificia y que, después, se unió a una carta del
Arzobispo en el expediente (Positio). El tituló
esta nota <> expresión nacida
de la seguridad del hecho. Y dice el documento:
<>. Las <> eran aquellas vagas
quejas, contenidas en la carta, a la que iba
destinada esta nota, cuyo contenido ignoramos, lo
mismo que tampoco conocemos el de <> a la
que se hace referencia. Se ve, pues, y don Bosco
tuvo confirmación autorizada de ello desde Roma y
en Roma, que el Ordinario escribía cartas y más
cartas a Roma en contra de don Bosco y de su
Congregación.
Es obvio creer que en Roma exigieran datos
positivos. Parece que, en efecto, tal exigencia
motivara la invitación dirigida por el Ordinario
al canónigo Marengo, para que atestiguara con
declaración escrita, si decía él la verdad o no,
asegurando: 1.° que le había encargado a él para
que recomendara a don Bosco que no le causara el
grave disgusto de recibir a clérigos despedidos de
su seminario; 2.° de haber cumplido el encargo;
3.° de haber recibido como respuesta que él no
podía satisfacer su deseo, porque los sagrados
Cánones le daban el derecho de recibir a
semejantes clérigos. ((**It11.104**)) El
teólogo Marengo declaró y firmó, pero poniendo
bonitamente las cosas en su punto en lo referente
al tercero, al atestiguar respecto al mismo <(**Es11.95**))
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