((**Es11.77**)
Y no sólo esto, sino que tuvo que acompañar a
los misioneros, como se verá más adelante, hasta
Roma, donde le aguardaban asuntos de mucha
importancia. Desde la Ciudad Eterna escribió al
Oratorio unas líneas que se aclaran con la luz de
los hechos ya narrados y que a su vez los
explican; líneas preciosas porque constituyen el
único documento que hasta ahora se ha encontrado
referente al desarrollo de la controversia sobre
los Cooperadores, durante su fase resolutiva. El
autógrafo no tiene dirección, fecha, ni firma.
Atribúyase esto a la prudencia o a las prisas; lo
cierto es que la hoja debió formar parte de una
carta. Su contenido es de tal naturaleza, que no
podía enviarse de aquella forma más que al alter
ego de don Bosco, es decir, a don Miguel Rúa; esta
misma página contiene, además, informaciones muy
confidenciales y de carácter delicado, expresadas
en latín, sobre personas y cosas del Oratorio. Que
procede de Roma, es evidente por el contexto; que
se refiere al asunto ya conocido y a este momento
de la controversia, parece también fuera de duda,
si se pondera el contenido y se relaciona con las
circunstancias. ((**It11.82**)) La
grafía no admite dudas. Sólo quedan por sacar las
conclusiones.
He aquí el documento: <>.
Por tanto, el Breve del 9 de mayo <>, tal como
se exigía y como es obvio que haría don Bosco sin
vacilar. Sin embargo, habría que <> la
respuesta, esto es, no negarla, sino sólo
diferirla para tiempo más oportuno. La frase <> parecería
distinguir entre el Breve de los Cooperadores y
algún otro mencionado en el período anterior; pero
no es así, porque el estribillo final <>, que nos traslada al
primer período, hace una sola cosa con <>. Se hace una distinción, pero hay
un término que está en la mente de don Bosco y
alude a documentos pontificios que se pueden
publicar donde quiera. Viene a decir así en
sustancia:(**Es11.77**))
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