((**Es11.516**)
Seguramente que usted ya lo conoce; de no ser
así, podría aprovechar esta ocasión para visitarle
y lograría un gran favor al tal Coda y algún
regalo para usted mismo; y estoy seguro de que
también le ocasionaría un placer al Procurador
General.Si puede saber cuándo llegará la
respuesta, avíseme.
Pida al Señor que me conserve siempre animado a
ser amigo de los hombres, a pesar de que por mi
cargo no tenga más remedio que ver su lado malo y
chismoso.
Con mi más profundo respeto.
Roma, 15 de julio de 1875.
Su seguro servidor
JORGE CURCIO
((**It11.613**))
g) A don Miguel Rúa
Queridísimo Rúa:
Con mucho gusto hablo con el señor Peretti
sobre la venta de las colinas de Strambino 1, y en
cuanto a las prórrogas, no tengas dificultad; mas,
para hacer algo que pueda evitar exageraciones y
asegurar el punto medio, sería del parecer de
dejar la cuestión en manos de dos personas
prácticas que estudien el valor real. Cuando
llegue a Turín podré hablar también con el mismo.
Pero tú puedes dar fin al contrato con estas
bases.
El lunes, si Dios quiere, voy a comer con don
Pedro Vallauri y, si puedes encontrarte allí a las
dos y media, volveremos juntos a casa.
He procurado arreglar las cuentas de Alassio y
de San Pierdarena lo mejor posible; cuando llegue
a Turín arreglaremos también las nuestras.
Que Dios nos bendiga a todos, saluda a nuestros
queridos hermanos y créeme en Jesucristo.
Sestri Ponente, 4-12-1875.
Afmo.amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
((**It11.614**)) CINCO
CARTAS DEL BEATO AL CARDENAL DE ANGELIS
Como apéndice del Apéndice damos paso con gusto
a cinco cartas de la máxima importancia escritas
por el Beato al Cardenal de Angelis, durante el
curso 1867-68, cuando se trataba de obtener el
decreto de aprobación de la Sociedad Salesiana.
Estas cartas han visto la luz en un magnifico
número único, el 1.° de junio de este año en
Fermo, como <> al Beato don Bosco.
En la primera de ellas se omitieron, por razón
de oportunidad, algunos párrafos. Damos gracias a
la cortesía del Rvmo. Rector, monseñor José
Potentini, que nos facilitó el texto que faltaba e
hizo una nueva confrontación de lo que quedaba con
el original, enmendando algunas inexactitudes que
se deslizaron en la primera lectura.
Para más aclaraciones remitimos al lector a las
<> o bien, a la <> de
Lemoyne. El Arzobispo de quien repetidamente se
habla, era monseñor Riccardi di Netro.
1 Procedían de la herencia de Belletrutti.
Véase Cap. XXIII.
(**Es11.516**))
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