((**Es11.477**)((**It11.568**)) Pero
no es esto todo. Para que el trabajo de esta
tentación (ut tentatio probaret te) quedase
terminado y perfecto por todos los costados, quiso
el Secretario asumir el encargo, que nadie le
impidió por la delicadísima circunstancia ya
dicha, de llevar él mismo, contra todo uso y
costumbre, aquella misma tarde, todo el resultado
de la Comisión a la Audiencia del Padre Santo por
vía extraordinaria, esto es, sin aguardar el curso
acostumbrado de las audiencias pedidas y ya
señaladas, para dejar el asunto liquidado y
terminado como él quería, y como claramente
aseguró a Menghini y a cuantos trataron esta
causa.
Y no bastó esto. A la deslealtad y dureza de
alma del Secretario se unió el cinismo, al
responder esta mañana a Menghini, que le preguntó
sobre el resultado de la Comisión, y él, riendo y
muy satisfecho, dijo estas palabras:
-Seguro, ícuando don Bosco lo sepa (esta
decisión) no va a quedar muy contento! 1
..................................................
.......................
1 El XI volumen de estas M. B. tuvo dos
ediciones. En la segunda, que es la que
traducimos, se suprimió algún pasaje, como aquí lo
indican los puntos suspensivos, y se añadieron
otros. Hemos podido hacernos con estos dos
párrafos, que damos a conocer al lector, pues ya
han pasado más de cincuenta años desde que se hizo
la edición, se han hecho diversos estudios
críticos sobre la cuestión y sus personajes, y
parece que esto ya no puede perjudicar ni
comprometer a ninguna de las partes. El párrafo 1
va en la primera línea y el 2 en la segunda.
1. Mi querido don Bosco, íéstos son los amigos
que presenta nuestro siglo, y los sinsabores de
los hombres de Dios! íEsa es la cuenta en que se
tiene el bien de las almas, el honor de la
Iglesia, el progreso de la sociedad civil! Me
recuerda el caso del martirio del Bautista,
aureolado con la elocuencia de san Ambrosio. El
hecho arriba narrado del Secretario es una copia
fiel y conforme.
>>Quién no habría creído que, in die natalis
sui (de su promoción), no hubiera querido el
Monseñor Secretario aprovechar tan bonita
circunstancia en favor del amigo, y tal vez gran
bienhechor, don Bosco? Y al ver que reservaba para
sí esta única posición respecto al amigo don
Bosco, mientras dejaba y consignaba todos los
demás asuntos en manos del sustituto, >>quién no
se habría esperado, que quisiera inaugurar su
nueva dignidad con un bonito acto de favor y
protección al naciente Instituto, casi celoso por
no permitir que ningún otro tomara en su mano tan
hermosa gloria? Y al verle acudir y recurrir
varias veces al Cardenal Vicario, a Bizzarri,
>>para qué otra cuestión iba, sino al favor que el
amigo lleva en el corazón de mostrar a su amigo, y
lo diré mejor, al Clero, a la Iglesia, a las
almas, a Dios? Pero, todo al revés, al extremo de
que allí en donde otra mano cortó la cabeza del
Profeta y no la de Herodías, en este caso fue la
misma mano la que cortó nuestra causa por vía
extraordinaria, la presentó, la enterró y se
glorió de haberla matado y sepultado. Quanta in
uno facinore sunt crimina!
Pero, vive Dios, si los huesos profetizaron en
el campo de Ezequiel, no quedará muerta para
siempre la causa de don Bosco. íElla posee el
cedro que la hace incorruptible, el cedro del amor
de Dios y del prójimo, el cedro de la virtud y de
la protección de María Santísima Auxiliadora!
Si tiene paciencia, el Secretario verá quizá
dentro de poco, que osa pariter prophetaverunt!
Al tocar todo esto con la mano ni yo, ni
Menghini creíamos en nosotros mismos.
2. Sí, es así. Casi cada día se renueva la
escena descrita en el libro sagrado de Job, cuando
se presentan los bueyes, jadeando por el ardor del
sol y el sudor, avanzando lentamente bajo el yugo
para abrir la tierra con surcos derechos y
preparar mies abundante en favor del hombre. Boves
arabant. Pero hay aquí alrededor otros animales
que retozan y están ociosos y van a buenos pastos
ramoneando las hierbas mejores, y cocean y cada
día se engordan y engrasan más: et asinae
pascebant secus ipsos,
casi insultando al trabajo y al sudor benéfico del
buey paciente y laborioso.
Pero basta, si así hacen los hombres, Dios
hablará algún día. Y será
terrible su voz. Yo, en
(**Es11.477**))
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