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obtuvieron con distintas demandas, uno tras otro,
los privilegios que ahora tienen. Resulta que el
privilegio de dispensar de los intersticios se
concedió por vez primera por Pío IX, a los Paúles,
que ya se gloriaban de tener tres siglos de
existencia. En tercer lugar, le queda siempre
abierta a don Bosco la puerta para añadir una
nueva instancia y pedir y obtener lo que hoy juzgó
la Comisión que no era oportuno decretar; por otra
parte, la opinión de la Comisión es, según he
entendido, tan fluctuante, e indecisa, que deja al
Padre Santo por completo el encargo de decir lo
que crea conveniente. >>Recuerda usted lo que hizo
el Padre Santo en la decisión anterior, cuando se
trataba de aprobar definitivamente el Instituto?
>>No podría efectuarse ahora otro tanto? >>Y por
qué no?
Sólo me disgusta la ausencia del Emo. Berardi
en Roma. He intentado inútilmente saber noticias
suyas, hasta esta misma mañana, pero nada se sabe
por el momento de cuándo volverá a Roma.
Si usted cree oportuno interesar al cardenal
Antonelli para que trate el asunto con el Padre
Santo, y le escribiese inmediatamente una carta...
si quiere que yo le hable... por suerte mañana,
por celebrarse el Consistorio, no hay audiencia.
Por tanto, el resultado de la reunión que hoy ha
celebrado la comisión, no puede saberse hasta
dentro de ocho días. Pero ((**It11.566**)) debido
a la promoción de Vitelleschi, está vacante el
puesto de Secretario de Obispos y Regulares; por
tanto, no se hará la relación al Papa, según yo
creo, más que por el nuevo Secretario; y, por
consiguiente, pasarán varios días más, útiles para
poder actuar ante el Padre Santo. íííSi estuviera
aquí el cardenal Berardi!!! Pero están aquí el
Señor y nuestra buena Madre María Auxiliadora que,
como en otras necesidades y circunstancias,
también ahora inspirarán al Papa lo que deba
hacer, para mayor gloria de Dios, e incremento de
su nuevo Instituto, tan aceptado y querido por
todos.
El Cardenal Vicario y el cardenal Martinelli me
han comunicado confidencialmente sus cartas. >>Por
qué no escribir otra al cardenal Antonelli, tanto
más que Menghini fue a presentarle una copia de su
consulta? Pero vea usted lo que más conviene. En
cualquier cosa que yo pueda hacer, ya sabe que
estoy siempre preparado y siempre en guardia.
Usted mande, y todo se hará de corazón, y con el
mayor gusto.
Mi salud ha mejorado un poco, pero va decayendo
mi estado moral. >>Y cómo puede ser de otro modo
en este difícil teatro, en el que nos tenemos que
mover, como actores o como espectadores?
Téngame presente en sus oraciones y
encomiéndeme a las plegarias de esos buenos
muchachos. Reciba mis saludos y mis plácemes por
la victoria ya conseguida, sin perjuicio de otra
próxima. Inesita y todos los de casa le envían sus
particulares saludos y afectos.
Tenga la bondad de saludar cordialmente, en mi
nombre y en el de todos los de mi casa, a sus
respetables profesores Lemoyne, Bonetti, don
Joaquín Berto y Francesia.
El buen Graziano, que ha venido a saludarme dos
veces, y está ahora de maniobras militares, envía
sus particulares saludos para usted y don Joaquín
Berto.
Renovando los sentimientos de mi más afectuosa
veneración y verdadera estima, me siento orgulloso
de profesarme
De V., Venerando y Carísimo Bosco.
Roma, a 16 de septiembre de 1875.
Su s. s. y
afectísimo amigo
JUAN BAUTISTA FRATEJACCI, canónigo
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