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a V. E. Rvma., que considere un momento el estado
de la situación y, si le place, lo hable con el
Padre Santo y después haga que me escriban unas
letras para mi norma.
Me aseguran que V. E. Rvma., no disfruta de
buena salud y lo siento mucho;nosotros
continuaremos nuestras plegarias comunitarias y
especiales por la conservación de su preciosa
salud, para bien general de la Iglesia y
particularmente de la Congregación Salesiana, que
siempre ha tenido en V. E. un padre benévolo y un
insigne bienhechor.
Con la más profunda gratitud considero un honor
besar su sagrada púrpura y profesarme.
De V. E. Rvma.
Turín, 8 de agosto de 1875.
Su atto. y s.s.
JUAN BOSCO. Pbro.
La respuesta del Ordinario a su carta del día
8, aumentaba la dosis.
Todas las diligencias de don Bosco en la Curia
parecían lograr el efecto de echar más leña al
fuego; así que, en un cierto punto de la
respuesta, don Bosco apostilló al margen: <<íAy,
si damos un paso más!>> 1. Y este <<íay!>> quiere
decir <<íPobres de nosotros!>>. Es lo que don
Bosco temía para sí; y el <> es un nuevo
intento para arrancar el beneplácito arzobispal.
Cuando vio que por aquel lado el asunto de la
aprobación eclesiástica había entrado en un
callejón sin salida, don Bosco se puso de acuerdo
para la impresión con monseñor Manacorda, Obispo
de Fossano 2. Pero una prohibición formal le
impidó la divulgación de cualquier invitación,
llamada o programa en la diócesis de Turín, hasta
que no se tuviera <((**It11.46**)) en el
que el Sumo Pontífice, con la plenitud de su
autoridad y derogando cualquier disposición del
Derecho Canónico en contrario, concediese a don
Bosco, respecto a dicha obra, autoridad absoluta e
independiente de la de los Obispos>> 3.
Contemporáneamente se ordenaba al director de la
Unidad Católica que no imprimiera nada relacionado
con la Obra.
En cuanto al primer experimento, don Bosco
habría deseado realizarlo en unos locales a
propósito, a la parte izquierda de la iglesia;
mas, para truncar de una vez dilaciones y
litigios, se puso de acuerdo con el Obispo de
Génova y decidió comenzar su Obra en San Pier
d'Arena, donde ya funcionaba el Hospicio de San
Vicente de Paúl.
1 Carta del teólogo Chiuso, 9 de agosto de
1875.
2 Carta a monseñor Vitelleschi, 10 de agosto de
1875. Se imprimió en la tipografía Saccone.
3 Carta del teólogo Chiuso del 11 de agosto de
1875.(**Es11.46**))
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