((**Es11.455**)
III
Finalidad de los Cooperadores
Salesianos
La finalidad fundamental de los Cooperadores
Salesianos es la de hacerse bien a sí mismos
llevando un plan de vida, por cuanto sea posible,
semejante al que se lleva en la vida de comunidad.
Porque muchos se retirarían de buena gana a un
claustro, pero, unos por su edad, otros por su
salud o condición de vida, muchísimos por falta de
oportunidad, no pueden de ningún modo hacerlo.
Estos, también en medio de sus ordinarias
ocupaciones, en el seno de la propia familia,
pueden hacerse Cooperadores y vivir como si de
hecho estuvieran en la Congregación. Por ello esta
Asociación está considerada por el Sumo Pontífice
como una antigua Tercera Orden, con la diferencia
de que en aquéllas se proponía la perfección
cristiana en el ejercicio de la piedad; y aquí se
tiene como fin principal la caridad con el prójimo
y especialmente con la juventud en peligro.
((**It11.542**))
IV
Manera de cooperar
Se propone a los cooperadores Salesianos la
misma mies de la Congregación de San Francisco de
Sales, a la que entienden asociarse.
1. Promover novenas, triduos, ejercicios
espirituales y catequesis, especialmente en
aquellos lugares donde faltan medios materiales y
morales.
2. Como en estos tiempos se hace sentir
gravemente la penuria de vocaciones para el estado
eclesiástico, los que se hallan en condiciones,
cuídense especialmente de los jovencitos y también
de los mayores, que, dotados de las necesarias
cualidades morales y de aptitud para los estudios,
diesen indicios de estar llamados, ayudándoles con
buenos consejos, encaminándoles a aquellas
escuelas y Colegios en los que puedan ser
atendidos y dirigidos a este fin.
3. Oponer la buena prensa a la antirreligiosa,
con la difusión de libros buenos, hojas, folletos,
impresos de todo género, en aquellos lugares y
entre aquellas familias que considere prudente
hacerlo.
4. Por fin, la caridad con los muchachos en
peligro: recogerlos, instruirlos en la fe,
dirigirlos a las funciones sagradas, aconsejarlos
en los peligros, conducirlos a donde puedan ser
instruidos en la Religión son cosas propias de la
misión de los Cooperadores Salesianos. El que no
pueda prestar estas obras por sí mismo, podría
hacerlo por medio de otros, como sería animar a un
pariente o a un amigo a que le ayude. Se puede
cooperar con la oración o proporcionando medios
materiales, en donde fuere menester, a ejemplo de
los cristianos de la primera hora que llevaban sus
propios bienes a los pies de los apóstoles para
que se sirvieran de ellos en favor de las viudas,
de los huérfanos y de otras graves necesidades.
V
Constitución y gobierno de la
Asociación
1. Todos los que hayan cumplido dieciséis años
pueden hacerse Cooperadores, con tal de que tengan
firme voluntad de conformarse con las reglas que
aquí se proponen.
(**Es11.455**))
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