((**Es11.453**)
Congregación y de la asociación celebrarán la
santa misa por los hermanos difuntos. Los no
sacerdotes procurarán recibir la comunión o al
menos recitar la tercera parte del rosario.
4. Cuando un hermano cayere enfermo dése aviso
enseguida al Superior, para que se eleven a Dios
oraciones especiales por él. Hágase lo mismo en
caso de muerte de cualquier asociado.
VIII. Prácticas Religiosas
1. No hay ninguna penitencia exterior prescrita
para los asociados salesianos; pero se les
recomienda modestia en el vestir, frugalidad en la
mesa, sencillez en el mobiliario de la casa,
delicadeza en las conversaciones, exactitud en el
cumplimiento de los deberes del propio estado,
industriándose para que las personas que de ellos
dependan guarden y santifiquen el día festivo.
2. Se les aconseja que cada año hagan unos días
al menos de ejercicios espirituales. El último día
de cada mes, u otro que les vaya mejor, harán el
ejercicio de la buena muerte, confesándose y
comulgando, como si realmente fuere el último de
su vida.
((**It11.540**)) 3. Los
socios rezarán cada día un padrenuestro y avemaría
a san Francisco de Sales, según la intención del
Sumo Pontífice. Los sacerdotes y los que recitan
el oficio de la Virgen María o las horas canónicas
están dispensados de esta oración. A éstos les
basta añadir al rezo del Oficio divino la
intención especial para este fin.
4. Procuren acercarse con frecuencia a los
santos sacramentos de la confesión y comunión.
5. Aunque se recomienda vivamente el
cumplimiento de estas reglas, por las muchas
ventajas que les pueden traer, con todo, para
quitar cualquier duda de conciencia, se declara
que la observancia de las mismas no obliga bajo
pena de culpa mortal ni venial, salvo que
estuvieren mandadas o prohibidas por los
Mandamientos de Dios y de la Santa Madre Iglesia.
Cada asociado rellenará la hoja adjunta y,
debidamente firmada, la hará llegar al Superior.
El que suscribe, con domicilio en............
calle...........n§ .., ha leído las Reglas de la
Asociación Salesiana y espera, con la divina
gracia, observarlas fielmente para provecho de su
alma.
Turín, (o bien) N. N.
Nombre, Apellidos,
Condición,
(**Es11.453**))
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