((**Es11.43**)
Hay, además, un Colegio dentro del célebre
Instituto del canónigo José Cottolengo, donde se
mantiene gratuitamente a más de sesenta jóvenes de
distintas diócesis y reciben tal educación
religiosa, moral y literaria, que son la
admiración de cuantos los conocen y llegan a ser
óptimos y ejemplarísimos eclesiásticos.
Por consiguiente, el proyectado Colegio de don
Bosco en Piamonte sería inútil por una parte y por
otra perjudicial.
En consecuencia no puedo dar mi aprobación de
tal Colegio: y como no me consta, hasta el
momento, que el Padre Santo haya librado las
Instituciones de don Bosco de la jurisdicción
episcopal, juzgo que poseo la autoridad suficiente
para impedir esa fundación.
A pesar de todo, muy interesado en evitar
conflictos y en no proporcionar a los periódicos
malos ocasión para que denigren al Clero, ruego
encarecidamente a V. E., y por su medio a la
Sagrada Congregación de Obispos y Regulares,
ordenen inmediatamente a don Bosco que desista del
proyectado Colegio, hasta que los Obispos de las
provincias eclesiásticas de Turín, Vercelli y
Génova, hayan examinado la cuestión y emitan su
juicio.
((**It11.42**)) Se
trata de algo muy grave, que, de no remediarlo
inmediatamente, podría acarrear deplorables
consecuencias; ruego, por tanto a S. E., ya sea
por el interés de mi diócesis, como por el de las
de mis sufragáneos, ordene a don Bosco que
suspenda la ejecución de su proyecto.
Besa su sagrada púrpura y se declara con el
máximo respeto
De V. E. Rvma.
Turín, 25 de julio de 1875.
Su
humilde y reverente servidor
>> LORENZO, Arzobispo de Turín.
El 7 de agosto le tocaba la vez al Ordinario de
Ivrea, cuya larga requisitoria, dirigida al mismo
Cardenal, desarrollaba animosamente esta tesis
catastrófica: <> 2.
La carta concluía así: <(**Es11.43**))
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