((**Es11.411**)
Pero con todo lo ocurrido, tenemos la
satisfacción de añadir que el autor de tal
suspensión no fue insensible a la humildad del
Beato. Sin duda se dio cuenta del error que había
cometido, e hizo que le escribieran así:
Muy Rvdo. Señor:
S. E. Rvma. nuestro señor Arzobispo me encarga
que escriba a V. S., comunicándole que ha recibido
su carta de ayer y que siguen en vigor sus
licencias para confesar; y, además, añadir que
dichas facultades no hubieran quedado
interrumpidas, si, a su debido tiempo, se hubiera
cumplido lo que en casos semejantes se acostumbra
hacer.
Con toda reverencia me repito de V. S. muy
Rvda.
Turín, 27 de diciembre de 1875.
Su
seguro servidor
Can. CHIUSO, Secretario.
Dos días más tarde mandó escribir otra cartita
a don Miguel Rúa para decirle que fuese <((**It11.486**))
llevando consigo las licencias de confesión de don
Bosco>>, ciertamente con el fin de corregirlas.
Pero al llegar aquí nos debemos hacer una
pregunta: >>qué quería decir Monseñor con la frase
<>
>>Cuáles eran los <>? >>Se
refería a los casos de presentación de las
patentes de licencias en la Curia para
confirmarlas o a los casos de culpabilidad?
>>Quería, acaso, reprender a don Bosco y
atribuirle la causa de su mal, por no haber
retirado las licencias con mayor diligencia o por
no haber reconocido antes no sabemos qué culpa y
haberse enmendado de ella? íEs un misterio!
Don Miguel Rúa se presentó a S. E. el 29 por la
tarde; y al día siguiente por la mañana dio por
carta las aclaraciones que no pudo dar en el
coloquio; y aprovechó la ocasión para expresarle
algunos de sus sentimientos.
<(**Es11.411**))
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