((**Es11.402**)
Como comentario de esta carta no poseemos nada
mejor que unas palabras dichas por el Beato a los
Superiores del Capítulo el 27 de enero de 1876 y
recogidas por don Julio Barberis: <>.
((**It11.475**)) En
cuanto a lo de esperar a su muerte o a su
renuncia, antes de que se concedieran nuevos
privilegios, observaba el Beato en el 1881:
<>por qué no quiere que se concedan
ahora? Y, si es algo malo, >>por qué pide que se
haga después de su dimisión o de su muerte?>> 1.
El <>, a quien se alude en la nota del
Secretario, opinó que era prudente escuchar al
Arzobispo, puesto que él en su carta admitía que
era necesaria la concesión de algún privilegio,
aun lamentándose de que la demasiada indulgencia
pudiera ser causa de nuevas disensiones; que, por
consiguiente, se prestara oídos al Ordinario
porque, aun cuando se mostrase poco benévolo con
la reciente Sociedad Salesiana, explicaría, sin
embargo, sus razones para dudar de que no fuera
tutelada la jurisdicción episcopal.
Pero el Ordinario no quedó satisfecho con su
carta del 20 de marzo. El día 21 envió a la
Sagrada Congregación una Solicitud, en la cual,
después de repetir su declaración de que no le
constaba oficialmente que hubiera sido aprobada la
Sociedad Salesiana de modo definitivo, se
lamentaba de la tendencia a ingerirse en la
disciplina del clero diocesano y, en prueba de
ello, aducía que se aceptaban individuos apartados
del sagrado ministerio como inhábiles por el
Arzobispo, con lo cual exponía la autoridad del
Ordinario al desprecio de sus seminaristas;
1 Exposición del Rvdo. Juan Bosco a los
Eminentísimos Cardenales de la Sagrada
Congregación del Concilio. S. Pier d'Arena, Tip.
Sal., 1881.
(**Es11.402**))
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