((**Es11.38**)
Y don Bosco obedeció en la circunstancia a que
acabamos de referirnos.
Antes de leer el reglamento en dicha asamblea,
ya lo había mandado a unos diez obispos con las
aclaraciones del caso. En la cubierta se leía:
Obra de María Auxiliadora para las vocaciones al
estado eclesiástico. Y continuaban las palabras
del Evangelio sobre la abundancia de la mies y la
escasez de obreros (Luc. X, 2).
El contenido, tras un preámbulo modesto y
eficaz, explicando el porqué de la Obra, se
dividía en cuatro partes: Aceptación, (desde los
dieciséis a los treinta años), Medios (la piedad
de los fieles), Observaciones (razón de la
denominación y sin perjuicio para otras obras ya
existentes), Ventajas espirituales 1.
((**It11.36**)) Aquel
reglamento no estaba destinado al público; no
requería por tanto la previa censura de la Curia
turinesa. Por otra parte, don Bosco, fuera para
explorar el terreno, fuera para evitar probables
dificultades, envió un ejemplar solamente a los
Obispos subalpinos benévolos, esto es, a todos
menos a dos. El reglamento salió, además, a
primeros de agosto en el segundo número del
Bibliófilo, periodiquito que precedió de lejos al
Boletín Salesiano que, para soslayar la rémora de
la previa censura eclesiástica de Turín, se
imprimía fuera de la diócesis 2.
Entre el 12 y el 18 de abril tuvo don Bosco la
satisfacción de recibir siete cartas
comendaticias: las de Albenga, Vigévano, Acqui,
Alessandria, Tortona, Casale y Génova; cuatro de
ellas le fueron enviadas a él y tres directamente
a Roma. Sin pérdida de tiempo las expidió al
cardenal Berardi, con la siguiente carta:
Eminencia Rvma.:
No pude en la fiesta de san José manifestar a
V. E. mi gratitud, como yo hubiera deseado, en
correspondencia a los muchos beneficios que nos
dispensa.
Mañana es el Patrocinio del Santo y yo le ruego
que acepte la función religiosa que haremos según
su piadosa intención. Celebraremos la misa en el
altar de María Auxiliadora y nuestros muchachos
recibirán la sagrada comunión y rogarán
especialmente por V. E. Poco es lo que nosotros
podemos hacer, mas espero que el Señor supla con
la abundancia de sus gracias y de sus bendiciones.
Tendremos un recuerdo particular por la señora
Madre de S. E.
Adjuntas le envío las cartas comendaticias de
los Obispos de Casale, Alessandria, Vigévano y
Albenga; el de Acqui la ha enviado, según me
escribe, directamente a V. E.
1 Véase: Apéndice, Documento 1.°.
2 Carta de monseñor Moreno, del 7 de agosto del
1875, y apostilla de don Bosco en una carta del
canónigo Chiuso, del 9 de agosto. Hasta ahora, por
más que se ha buscado, no ha sido posible
encontrar ni un solo ejemplar de los primeros
números.(**Es11.38**))
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