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la <>, según sentencia
el hombre de bien>>. Y otro episodio de la
historia inglesa: <>.
Volvamos a los centenarios de carácter sagrado.
Duodécimo centenario de la muerte de San Armando,
obispo de Maestrickt, el cual <>, observa el hombre de
bien, amonestó con firme constancia al rey
Dagoberto por sus vicios, por lo que fue
desterrado. Undécimo centenario de la muerte del
Obispo San Romualdo. Patrono de Malinas; y décimo
de San Adón Arzobispo de Viena, en el Delfinado,
el que inició el Martirologio. Décimo centenario
también de... <>: son cuatro articulitos propuestos
por Carlos el Calvo para la aprobación de un
Concilio reunido en Pavía, para hacer reconocer la
autoridad y los derechos de la Iglesia Romana, de
los Obispos y del clero.
Se pone después a hablar nuestro hombre de bien
del decimocuarto centenario de la muerte de San
Senador, obispo de Milán, y muestra claramente en
qué consiste el patriotismo, expresado en el
diálogo de la introducción; en efecto, comienza
así: <>. Y a continuación empieza a
ensalzar las glorias religiosas de la metrópoli
lombarda.
Narra un episodio de ambición y celos, acaecido
hace trece siglos, entre dos reyes franceses y
hermanos, provocados por sus esposas, y acaba con
este epifonema: <<íQué difícil es encontrar
cuñadas que se quieran!>>. Y a continuación: <>. Los campesinos de nuestros días leerían con
gusto el viejo exordio del hombre de bien: <((**It11.445**)) otros
tantos maestros municipales, o al menos dedicarlos
a cualquier otro arte, se consideran afortunados.
El Obispo es San Eutropio de Orange (Francia), que
se dedicó a la agricultura, aunque procedía de
familia noble, para remediar las necesidades de
los pobres de su diócesis; pero advierte el hombre
de bien que, no por eso, dejaba de atender las
necesidades espirituales de su pueblo>>. Y
finalmente el decimoquinto centenario de la
elección de San Sabino como obispo de Piacenza,
donde el hombre de bien quiere también decir lo
suyo. Después de contar un milagro, debido a la fe
del Santo, exclama: íAh, si tuviésemos nosotros
hoy un poquito de aquella fe!>>.
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