((**Es11.362**)
Muy querido Ronchail:
Los periódicos han hecho mucho ruido con
nuestra casa de Niza, y nosotros debemos emplear
la mayor solicitud para que todo salga bien.
Dame noticias exactas de cuando en cuando, de
todo y de las aspiraciones de unos y otros. Saluda
de mi parte al príncipe Sanguwski y a la señora
princesa, su madre, asegurándoles que hacemos
plegarias especiales por los dos.
Muchos saludos también al abogado Michel, de
quien espero una larga carta, y al barón Héraud,
al conde y condesa de la Ferté y otros, con
quienes tendrás ocasión de hablar de nuestras
cosas. ((**It11.427**)) Si
tuvieres más intenciones de misa de las
necesarias, envíanoslas, y nosotros procuraremos
celebrarlas en favor del Hospicio de San Pedro. No
guardes dinero, si no lo necesitas; manda el
sobrante al Oratorio, dirigido a don Miguel Rúa;
servirá para los envíos que se deban hacer.
Igualmente, si se te presentara alguna inesperada
necesidad y no pudieras resolverla de otro modo,
pide enseguida y procuraremos ayudarte.
Anota siempre el nombre y la dirección de quien
te dé limosnas, da las gracias y mantén relación
con ellos, especialmente cuando estén enfermos.
Creo que monseñor Solá haya recibido ya Il
Cittadino de Génova; de no ser así, me interesa
saberlo para enviarle los números que hablan de
él: vete a verle alguna que otra vez.
Reparte las cartitas adjuntas, con un saludo
para todos, y especialmente a Cappellano 1.
Recibirás tus dimisorias 2 para presentarlas al
Obispo de Niza. Si ocurriere algo, escribe.
Muchos saludos desde aquí, donde todos celebran
la fundación de la casa de Niza, de Ventimiglia y
de la República Argentina. Quiéreme y ruega por mí
que siempre seré tuyo en Jesucristo.
Turín, 10-12-1875.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
La otra carta no lleva firma ni fecha, pero
ciertamente es suya, pues tenemos en nuestro poder
el original; sin duda la escribió a la par de la
anterior, como se desprende del contexto.
Querido Ronchail:
1.° Bueno será que estudies a los que te
parezca que pueden formar parte de nuestra
Congregación y que los atiendas con benevolencia,
para ver si consigues ganártelos.
2.° Habla a menudo con los clérigos, con los
hermanos, y, por cuanto puedas, haz que te
acompañen cuando vas a algún recado. Invítales a
que te digan si tienen
1 <> esto es, los de Casa. Cappellano
era el hermano coadjutor.
2 Véase: Apéndice, doc. 31.
(**Es11.362**))
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