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((**Es11.360**) Veinte días después pudo decir en el Capítulo Superior: -En Niza se despertó un verdadero entusiasmo. El desinterés por él demostrado contribuyó mucho al entusiasmo y confianza. Se trataba de asignar ochocientos francos como honorarios para los maestros, pero el Beato no quiso, diciendo que era mucho y que bastaba la mitad. Se quedó en que fueran cuatrocientos cincuenta francos. Cuando se supo en la ciudad que había rehusado la mitad del estipendio que ofrecían, despertóse todo un coro de alabanzas en su honor. El Obispo dijo al Siervo de Dios: -Ahora comprendo por qué se busca a don Bosco por todas partes. De este modo ciertamente arrastra tras de sí tout le monde (a todo el mundo). Don Bosco declaró que en realidad él estaba muy necesitado de dinero, y por eso le hubiera sido imposible invertir nada para la fundación, pero que, tratándose de la manutención, con aquello tenían bastante los Salesianos, acostumbrados como estaban a vivir pobremente. El Obispo contó entonces que había estado en tratos con diversas órdenes religiosas, para confiarles aquella casa u Oratorio; pero que enseguida habían pedido unas rentas fijas y exigido cantidades muy superiores a las ofrecidas a los Salesianos para los gastos de subsistencia. Los señores de Niza allí presentes acabaron diciendo: -Nos da miedo que sus maestros terminen muriendo de hambre. ((**It11.425**)) -Estén seguros, respondió, que no morirán de hambre; porque yo sé muy bien en qué manos les dejo. Por otra parte, es mejor que, si necesitan algo, vayan a llamar a la puerta de sus casas pidiendo caridad. Estoy persuadido de que ustedes, señores, no permanecerán insensibles y no los dejarán morir de hambre. Los nizardos, enternecidos ante tan gran desprendimiento, rehusando lo superfluo, y conocedores de las necesidades reales, entregaron la cantidad establecida, mas no a título de deuda sino como limosna. El domingo 21, el Beato abrió oficialmente la casa. Y el domingo siguiente abrióse el oratorio festivo, bajo la advocación de san Pedro, en honor del Obispo que llevaba este nombre. Monseñor celebró la santa misa en la humilde capilla, a la que asistieron numerosos y distinguidos ciudadanos. El periódico católico local, La Semaine de Nice, comunicó la ceremonia en su número del 27 de noviembre con este preámbulo: <(**Es11.360**))
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