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Veinte días después pudo decir en el Capítulo
Superior:
-En Niza se despertó un verdadero entusiasmo.
El desinterés por él demostrado contribuyó
mucho al entusiasmo y confianza. Se trataba de
asignar ochocientos francos como honorarios para
los maestros, pero el Beato no quiso, diciendo que
era mucho y que bastaba la mitad. Se quedó en que
fueran cuatrocientos cincuenta francos. Cuando se
supo en la ciudad que había rehusado la mitad del
estipendio que ofrecían, despertóse todo un coro
de alabanzas en su honor. El Obispo dijo al Siervo
de Dios:
-Ahora comprendo por qué se busca a don Bosco
por todas partes. De este modo ciertamente
arrastra tras de sí tout le monde (a todo el
mundo).
Don Bosco declaró que en realidad él estaba muy
necesitado de dinero, y por eso le hubiera sido
imposible invertir nada para la fundación, pero
que, tratándose de la manutención, con aquello
tenían bastante los Salesianos, acostumbrados como
estaban a vivir pobremente.
El Obispo contó entonces que había estado en
tratos con diversas órdenes religiosas, para
confiarles aquella casa u Oratorio; pero que
enseguida habían pedido unas rentas fijas y
exigido cantidades muy superiores a las ofrecidas
a los Salesianos para los gastos de subsistencia.
Los señores de Niza allí presentes acabaron
diciendo:
-Nos da miedo que sus maestros terminen
muriendo de hambre.
((**It11.425**)) -Estén
seguros, respondió, que no morirán de hambre;
porque yo sé muy bien en qué manos les dejo. Por
otra parte, es mejor que, si necesitan algo, vayan
a llamar a la puerta de sus casas pidiendo
caridad. Estoy persuadido de que ustedes, señores,
no permanecerán insensibles y no los dejarán morir
de hambre.
Los nizardos, enternecidos ante tan gran
desprendimiento, rehusando lo superfluo, y
conocedores de las necesidades reales, entregaron
la cantidad establecida, mas no a título de deuda
sino como limosna.
El domingo 21, el Beato abrió oficialmente la
casa. Y el domingo siguiente abrióse el oratorio
festivo, bajo la advocación de san Pedro, en honor
del Obispo que llevaba este nombre. Monseñor
celebró la santa misa en la humilde capilla, a la
que asistieron numerosos y distinguidos
ciudadanos. El periódico católico local, La
Semaine de Nice, comunicó la ceremonia en su
número del 27 de noviembre con este preámbulo:
<(**Es11.360**))
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