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((**Es11.356**) que Ventimiglia, en la que, por desgracia, crecían el libertinaje y el protestantismo; que era aquél un puesto estratégico para hacer el bien, porque allí acudían muchos forasteros protestantes a pasar el invierno. Don Bosco respondió: -Entonces habrá que hacer lo de Aníbal, que llevó la guerra a Italia para salvar a Cartago; y como Escipión, que voló sobre Cartago para salvar a Roma. Es necesario acercarse a San Remo poco a poco, dar a entender que se tiene la mira puesta en Bordighera, pero tenerla en realidad sobre San Remo. Bordighera servirá de valla al protestantismo para que no pase de allí. En San Remo habrá que establecer más tarde, con la ayuda de Dios, un centro nuestro y empeñarse de todas veras por hacer el ((**It11.420**)) bien. Respecto a los libros que te pueden servir, dijo dirigiéndose de nuevo a Cibrario, creo que los más útiles contra los protestantes son El Protestantismo y la regla de fe y también Los Valdenses, ambos de Perrone. La partida tuvo lugar el día 9 de febrero, a la una y media de la tarde; los dos viajeros se convirtieron en tres, porque se les añadió un seglar. Al despedirlos, dijo don Bosco a don Nicolás Cibrario: -Te prometo que no te dejaré para siempre en Bordighera. Ahora vas, fundas la casa. Entre tanto se construirá la iglesia, tu serás el párroco y pondrás en marcha la parroquia. Después maiora te expectant (cosas mayores te aguardan). El clérigo Cerruti nos ha sido presentado como dotado de <>. Por aquellos días había escrito al Siervo de Dios: <>. El otro, de apellido Martino, era un buen hombre, con poco más de veinte años. Cuando le preguntaron si iba contento a Bordighera, respondió: -No sé qué es estar contento o descontento: si me mandan estoy contento de ir; si no me mandan, estoy contento de quedarme. Los recién llegados no perdieron tiempo para orientarse, como suele decirse, en el campo de su misión. El domingo siguiente a su llegada se bendijo la capilla y empezaron la catequesis. Por la tarde acudieron veintinueve muchachos y cuarenta y cinco muchachas. Aquel Oratorio festivo fue la ruina de los protestantes, porque atraía (**Es11.356**))
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