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estamos viendo realizarse y a muchas obras que
todavía no os puedo decir. Rezad, pues, de corazón
porque siempre se trata de cosas muy importantes.
El segundo motivo es éste. Me gusta que sepáis
lo que se está haciendo y lo que se proyecta; no
quiero teneros en la ignorancia de las grandes
necesidades de la Iglesia, del inmenso campo
preparado para el que quiere hacer el bien, si de
veras trabaja para la mayor gloria de Dios. íAh,
sí!, puedo deciros con toda verdad que el campo a
cultivar requiere muchos y muchos obreros, que la
mies es extraordinariamente abundante y que hace
falta nos multipliquemos en gran escala para poder
realizarlo todo.
íSí, sí! íEn este momento me siento empujado, a
la vista de las grandes necesidades de la Iglesia,
a incitaros, a daros ánimo para que todos
trabajéis en el crecimiento de la virtud y la
santidad! íAh, si os viese en este instante a
todos hechos ya sacerdotes, tendría un puesto para
asignar a cada uno de vosotros y darle tanto
trabajo que ((**It11.414**)) no
pudiese soportar tanta fatiga. íSí! íNecesitaría
precisamente contar con tantos directores de casas
como sois vosotros; veríais cuánto bien se podría
hacer! Verdad es que vosotros ya sois pequeños
directores, pues sabéis portaros bien en vuestros
oficios y en el cumplimiento de vuestros deberes.
Pues bien, continuad así: quien por casualidad
no lo fuera, ármese de buenos propósitos y, con la
ayuda del Señor, espero que podréis hacer mucho
bien.
Nosotros, invirtiendo el orden seguido por el
Beato, vamos a hablar primero de Bordighera y
después de Niza.
Se dice Bordighera impropiamente; en adelante
emplearemos la denominación de Vallecrosia 1.
Porque la Obra Salesiana se levanta en el
ayuntamiento de este pueblo. Valle Crosia se
llamaba la amplia explanada que se extendía entre
Bordighera y Ventimiglia. La amenidad del lugar,
la benignidad de su clima y la facilidad de
comunicaciones, después de la instalación del
ferrocarril, atrajeron a italianos y extranjeros,
que construyeron quintas y palacetes sin cesar,
hasta convertir aquello, en breve espacio de
tiempo, en una verdadera población.
Pero una población en la que nadie pensó en
construir iglesia ni escuela. Se ieron cuenta de
ello enseguida los protestantes. Un desventurado
ex sacerdote llamó allí a los Valdenses y éstos,
sin hacerse esperar, se establecieron en el
centro, donde levantaron, con enormes gastos
pagados con dinero de la Sociedad Bíblica
Londinense, un edificio magnífico con un templo.
Abrieron un templo, abrieron un asilo infantil,
abrieron unas escuelas para niños y niñas,
abrieron también
1 Iglesia y escuelas de María Auxiliadora en
los Llanos de Vallecrosia. Sampierdarena, 1880
(opúsculo anónimo, con unos pocos datos sobre el
origen).-Boletín Salesiano, en italiano, de abril,
1901 (un artículo sobre el 25.° aniversario).-Doc.
de Archivo, entre los cuales véase: Apéndice, doc.
29.
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