((**Es11.26**)((**It11.21**))
CAPITULO II
LAS CONFERENCIAS ANUALES
DE SAN FRANCISCO
AL fin de enero de 1875 el Padre común llamó en
torno a sí a sus hijos más ilustres. Un artículo
del reglamento, abolido más tarde porque se hizo
imposible su cumplimiento, quería que todos los
Directores celebraran una reunión especial en el
Oratorio durante el triduo precedente a la fiesta
de san Francisco de Sales. Cada uno refería la
marcha de su propia Casa; se trataban asuntos, se
resolvían dudas, se comunicaban unos con otros,
todo con la máxima sencillez y confianza recíproca
y con toda comodidad para conversar con el Padre,
de forma que cada vez se afianzaba más aquel
espíritu de familia que tanto se preocupaba el
Fundador por mantener vivo entre los suyos.
En aquella ocasión se celebraban varias
conferencias, que eran de dos clases: unas
privadas, a las que sólo asistían los miembros del
Capítulo Superior con todos los Directores y el
Maestro de novicios; y otras públicas, a las que
asistían todos los socios. Hubo ocasiones en las
que don Bosco hizo que asistieran a éstas los
alumnos de las clases superiores, bien para que
así se sintieran más encariñados con la vida de la
casa, bien para que conociesen los progresos de la
Congregación en el aprecio general y en su
desarrollo. El ser admitidos de este modo a la
intimidad de la vida salesiana, ayudó sin duda a
que se iniciara o se desarrollara en muchos el
germen de la vocación religiosa.
((**It11.22**)) Durante
aquel año hubo seis conferencias, tres privadas y
tres públicas. Por fortuna han llegado a nosotros
las actas de las sesiones, de las que entresacamos
lo que puede interesar para estas Memorias.
Eran miembros del Capítulo Superior: don Miguel
Rúa, don Juan Cagliero, don Angel Savio, don
Celestino Durando, don Carlos Ghivarello y don
José Lazzero; Directores: don Juan Bonetti, don
Juan Bautista Lemoyne, don Juan Bautista
Francesia, don Francisco Cerruti,(**Es11.26**))
<Anterior: 11. 25><Siguiente: 11. 27>