((**Es11.25**)
Aún más explícito que el cardenal Patrizi se
muestra monseñor Vitelleschi, Arzobispo de
Seleucia y Secretario de la Sagrada Congregación
de Obispos y Regulares, al enjuiciar la reiterada
oposición al Siervo de Dios por el Ordinario de la
Diócesis. Escribe a este propósito el Prelado:
<>.
Sobre la cuestión de las preguntas se volverá a
hablar más adelante.
Entre estos autorizados sentimientos de aprecio
no podían faltar los del cardenal Berardi, que
profesaba un intenso afecto a don Bosco. Su carta
del 9 de enero, a la que volveremos a referirnos
de nuevo, empezaba así: <>.
((**It11.20**)) El
Cardenal no se limitó solamente a las palabras,
sino que actuó eficazmente del modo que pronto
veremos.
El Beato don Bosco no se desconcertaba ante las
dificultades, que se perfilaban desde el principio
del año nuevo, sino que continuaba su camino en
paz, confiando plenamente en Dios y ateniéndose a
los recursos que su gran prudencia le
aconsejaba.(**Es11.25**))
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