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((**Es11.214**) En la tarde del 30 de mayo comenzaron los ejercicios espirituales para los aprendices. Don Bosco fue a hablarles a ellos solos, después de las oraciones. ((**It11.247**)) 30 de mayo. Anima a los aprendices a hacer bien los ejercic ios espirituales, les aconseja sobre las salidas sin permiso. Lo que se ha de pensar durante los ejercicios: cuentas a arreglar. Estoy muy contento cuando puedo hablaros alguna que otra vez por separado, y además de esto, por varios motivos más. Primero, porque siempre disfruto viendo a mis queridos hijos. Después, por veros a vosotros, los aprendices, de un modo especial, y más aún, al veros en esta ocasión, cuando comenzáis los ejercicios espirituales. Sé que estáis contentos y que la mayor parte de vosotros tiene verdadera voluntad de hacerlos bien; esto me proporciona un auténtico placer. Se presenta una oportunidad para haceros santos: no la dejéis escapar. Pero me veo obligado a decir que esto sólo se refiere a la mayor parte de vosotros, porque efectivamente hay algunos que no quisieran ni oír hablar de ellos y, si pudieran, ni los harían. íPobrecitos! No saben lo bueno que es hacer los ejercicios espirituales. Pero estos tales deben estar atentos porque quizá sea preciso que pongamos a alguno de patitas en la calle, antes de que terminen los ejercicios. De algunos se espera que cambien radicalmente, porque de otro modo también será preciso despedirlos poco después. Hay quienes verdaderamente quieren sembrar cizaña y no hay medio alguno para que abandonen las malas conversaciones y las obras diabólicas. Me entristece mucho que hasta esta misma tarde haya habido que lamentar faltas y que alguno haya salido de casa sin permiso. Quizá en otro sitio, a estos tales, ni siquiera se les permitiría pasar la noche en casa, lo que, por otra parte, merecerían. Pero no quiero tratar de este asunto por el momento. íPiensen ellos que han cometido una acción muy mala! Mientras tanto, aquí tenéis tres puntos a considerar durante los ejercicios espirituales. Son: el pasado, el presente y el futuro. Por lo que toca al pasado, todavía habrá alguien que necesite revisar y ajustar su conciencia; que no deje pasar la ocasión, hágalo ahora. Para el presente hay firmes resoluciones que tomar y procurar sinceramente ponerse en gracia de Dios. Para el porvenir hay que pensar en la vida que se deberá elegir y poner los medios necesarios para llegar a donde nos hemos prefijado. Decía que debemos pensar mucho en las cosas pasadas. Hay que revisar un poco las confesiones; porque creedme: 1.° Lo más frecuente es que se olviden cosas, que después se dejan pasar y ya no se vuelve a pensar más en ellas. 2.° Hay cosas en las que todavía no se pensó, creyendo que no encerraban ningún gran mal, y que, sin embargo, son verdaderas ofensas al Señor. Y hay que recordarlas, arrepentirse de ellas y confesarlas. Por ejemplo: hay quienes no daban importancia a muchas cosas que hacían desde pequeños contra la modestia. Otros robaron, poco cada vez, y dicen: -Esto no es pecado mortal. Se roba, por ejemplo, un paquete de café, se rompe un vidrio, o se estropea alguna cosa y se dice: -Nadie me ha visto. Y no se devuelve. íPero os ha visto Dios! Ha sido un daño que habéis causado. Otro estropea unos trabajos, o los hace a ocultas para sí mismo. Y se continúa obrando (**Es11.214**))
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