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don Bosco. Dice allí así: <>.
Ya se ha escrito que don Bosco dejó tras sí más
que una doctrina, un espíritu que debía soplar en
medio ((**It11.206**)) de sus
hijos y hacerles vivir 1.
Precisamente tenía siempre en su pensamiento
que se mantuviera vivo ese espíritu en el
Oratorio; y en previsión de impedir la entrada a
infiltraciones extrañas que alterasen la esencia
genuina, concentraba todo en sí mismo, no para
hacerlo todo por sí, mas sin permitir que se
hiciera algo prescindiendo de él. Régimen firme,
régimen necesario, pero siempre paternal, cuyos
efectos los describe así monseñor De Gaudenzi,
Obispo de Vigévano 2. <>.
2. La casa y la economía doméstica
En los colegios se hacían bien las
construcciones. Don Bosco sugería los planos, los
examinaba minuciosamente y, hasta no estar
aprobados definitivamente por él, ninguno empezaba
a realizarlos. Y esto mucho más, cuando se trataba
del Oratorio. Ya hemos visto cómo se interesaba
desde Roma por un trozo de tapia. Nos parece bien
anticipar aquí un relato.
El año 1876, en una ausencia de don Bosco,
autorizó don Miguel Rúa la reapertura de una
ventana tabicada hacía tiempo, junto al campanario
de la iglesia de San Francisco. Cuando volvió don
Bosco y advirtió la innovación, dijo con cierta
firmeza al Vicerrector:
-Sí, sí, ahora que manda don Bosco, haced como
queráis; pero un día, cuando seáis vosotros los
que mandéis, también los otros harán como ellos
quieran.
El pobre don Miguel Rúa, sobre quien recaía la
responsabilidad del gobierno, quedóse anonadado y
con ((**It11.207**)) la
máxima humildad
1 Vie spirituelle, julio-agosto 1929. Hemos
leído en Gerarchia (julio 1929, pág. 574) un
artículo titulado <>, que termina así: <>.
2 Carta a Pío IX, del 9 de abril de 1875.
(**Es11.180**))
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