((**Es11.170**)
de las constituciones, suministran los elementos
para que sus Eminencias Reverendísimas, con la
reconocida madurez de criterio y la mucha
prudencia de que están dotados, se dignen
responder a las siguientes:
((**It11.194**))
DUDAS
<>II-Si conviene conceder, y cómo, y con qué
privilegios la comunicación en favor de la misma
Sociedad>>.
Era el vivo deseo de don Bosco que el asunto de
los privilegios se terminara al menos antes de las
vacaciones otoñales, porque se acercaba el tiempo
de la salida de los misioneros para América 1.
Pero la prórroga de la dilación no fue inútil,
porque así el abogado Menghini y monseñor
Fratejacci, <> también en el
asunto, pudieron de consuno elaborar mejor la
consulta, y también porque don Bosco pudo conocer
mejor el ánimo de los jueces merced al carteo con
aquellos sus dos expertos y solícitos amigos.
El cardenal Patrizzi, Vicario, que presidía con
gusto aquella Congregación especial, siempre
dispuesto a favorecer a don Bosco, se mostraba muy
animado; pero, con todo, dijo que se remitiría a
la votación de sus colegas. El cardenal De Luca,
hombre resuelto, no padecía ciertamente de
escrúpulos como algún otro del eminentísimo
Consejo; su presencia se consideraba muy favorable
a la causa de don Bosco. El cardenal Martinelli
escribía una carta cordialísima el 9 de julio
agradeciendo a don Bosco la visita que en su
nombre le habían hecho don Juan Bautista Lemoyne y
don Juan Bonetti y la ofrenda de <>. Y decía personalmente a don Bosco:
<>.
((**It11.195**)) Estos
tres Cardenales no eran, sin embargo, los más
influyentes; la influencia mayor la ejercía el
cardenal Bizzarri, sobre el cual, a su vez,
influía monseñor Vitelleschi. El Prefecto de
Obispos y Regulares, al tratar sobre la
comunicación de privilegios en sus escritos sobre
derecho canónico, insistía mucho en el in praesens
difficillime conceditur;
1 Carta de don Bosco a monseñor Vitelleschi, 10
de agosto de 1875.
(**Es11.170**))
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