>.
Por desgracia en aquellos años se habían
nombrado unos <> para la
Delegación de Enseñanza en Lombardía, como aseguró
don Celestino Durando; los cuales, a lo sumo, no
molestarían mucho a los salesianos, pero tampoco
les ayudarían en nada.
-Pues bien, intervino don Bosco, <>.
Don Miguel Rúa hizo entonces la observación de
que, existiendo ya suficientes colegios en los
Estados Sardos, parecía convenientes abrir otros
fuera de allí. Don Bosco respondió enseguida que
el cardenal Berardi tenía muchos deseos de que se
abriera uno en Ceccano; pero que, hasta aquel
momento, no se había concretado nada. Por eso
pensaba abandonar la idea; sobre todo porque
importaba mucho organizar bien la Obra de María
Auxiliadora y especialmente porque era necesario
conservar personal para América.
Y del exterior al interior. Varios socios
estaban en las condiciones requeridas para recibir
las órdenes sagradas, pero sólo habían profesado
con votos trienales. Y, dado que contaban con la
posibilidad de
(**Es11.151**))
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