((**Es11.143**)
algo deterioradas y descoloridas que
<> se lee en el acta. No se
atrevieron a decicir y se prefirió, por tercera
vez, esperar la decisión de don Bosco.
En la tercera conferencia encontramos de nuevo
a don Bosco. La primera parte de ella se dedicó a
la intervención del Arzobispo de Vercelli, que ya
hemos referido, y varios decretos de facultades e
indulgencias, que también conocemos; el resto se
empleó para dilucidar los dos puntos dejados en
suspenso en la sesión anterior.
((**It11.161**))
Interrogaron primero a don Bosco sobre lo de no
cambiar al personal: si se refería a que no se
cambiara arbitrariamente de una casa a otra, no
había constancia de que esto hubiera sucedido
nunca;
si quería decir que no se cambiase de ocupación a
los hermanos de los distintos colegios, sin
licencia del Capítulo Superior, parecía que era
una medida que causaría muchos inconvenientes, ya
que se presentaban casos en los que eran necesario
que un individuo pasara inmediatamente de una a
otra asistencia o que cambiara de materia a
enseñar.
Don Bosco respondió así: <>Y dígase lo mismo sobre las prohibiciones.
Si, en vez de negar un permiso, se dijera:
>>-Bien, mira; escribiré al Capítulo Superior
para que determine lo que se debe hacer y ya te lo
comunicaré, se ahorraria al hermano el disgusto
que fácilmente nace de una negativa, cuando se
puede suponer que el dírector dice que no, por un
capricho. En los cambios esto se ve más claro.
Queréis, por ejemplo, enviar un sujeto de vuestra
casa a otra; si hacéis vosotros el cambio,
infundís en su ánimo la odiosa sospecha de que
queréis desentenderos de él, porque no conviene
que siga donde está. Si, por el contrario,
escribís al Capítulo Superior y éste llama a aquel
individuo para colocarlo en otro sitio, ((**It11.162**)) se
evitan
(**Es11.143**))
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