((**Es10.999**)será el
afecto a una persona, a una cosa, a un capricho
que nos tiene atados todavía a la materia; demos
el corte y queda asegurada nuestra suerte.
Además, si dejamos los bienes de este mundo, no
hacemos más que devolver a Dios lo que él nos
había prestado.
Un santo no se atrevía a decir: -íDios mío, os
amo sobre todas las cosas!, porque le parecía que
era lo mismo que decir: -íSeñor, os amo más que un
puñado de tierra, un trocito de carne, un
montoncito de podredumbre!
5. Excelencia de los Votos
El voto es una promesa que se hace a Dios de un
bien mayor, con voluntad deli berada de cumplirla.
Uno está enfermo y promete a Dios que, si recobra
la salud, regalará a una iglesia mil liras. Si se
pone bueno, esta suma está prometida a Dios y le
pertenece. Con el voto de pobreza regalamos a Dios
todos nuestros bienes, con el voto de castidad le
consagramos nuestro cuerpo, nuestros sentidos; con
el voto de obediencia le consagramos nuestra alma,
especialmente la voluntad, potencia que domina en
el hombre.
>>Y ese ligarse, entregarse a Dios es algo que
le agrada?... No se puede hallar nada que le
agrade más. Fue él quien dijo, al que trataba de
acercársele más y vivir con él, que vendiese todo
y lo siguiese; por esto proclamó las
bienaventuranzas evangélicas... En una aparición a
san Francisco de Asís, Jesucristo le pidió que le
regalara algo, y como le decía el Santo que no
tenía nada, díjole Jesús que metiese la mano en el
seno, de donde sacó una espléndida y preciosa
moneda de oro. Le mandó hacer lo mismo otras dos
veces y las dos sacó una moneda de oro...
Iluminado por lo alto, comprendió que aquellas
monedas simbolizaban los tres votos hechos para
ser religioso.
>>Y hay diferencia entre hacer el bien y
obligarse con voto para hacerlo?... íInmensa! Fray
Gil, compañero de san Francisco de Asís, decía que
prefería un grado de gracia en religión a diez
fuera de ella, por la mayor dificultad que hay en
la religión de perder la gracia. Además, si uno
promete daros cada año los frutos de un árbol y
otro os hace dueños del árbol, >>a quién de los
dos quedáis más obligados? >>No es verdad que al
segundo?
Algunos comparan el mérito de los votos al del
martirio, porque si con éste uno se deshace de
todas las cosas del mundo y encuentra la muerte
entre los tormentos, el que hace los votos cumple
idéntico acto de caridad para ir bebiendo a sorbos
estos mismos tormentos... El que hace los votos
adquiere de nuevo la estola de la inocencia
bautismal. Ejemplo de san Antonio, llevado al
cielo por los ángeles.
Pero, si tan grande es la ganancia espiritual,
tremendo es también el castigo, cuando no se
observan los votos hechos. Puso el ejemplo de la
Sagrada Escritura de Ananías y Zafira.
Un religioso, que también estuvo en el
Oratorio, con la excusa de atender al ((**It10.1088**)) padre
anciano, pidió salir de un convento; como no lo
obtuvo, se salió. Llegó a casa, aquel mismo día
tuvo un altercado con su padre, y éste lo echó
fuera. Vivió después como un simple sacerdote,
empeoró de día en día, apostató, fue a Inglaterra
y allí murió apuñalado. íNunca hubiera salido del
convento!
(**Es10.999**))
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