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aprobación definitiva de las Constituciones, y
precisamente el 17 y el 18 de abril.
Hay una memoria, transcrita por Lemoyne, en la
que expone los pensamientos más relevantes que
salieron de los labios del ((**It10.1071**))
Santo, lleno de agradecimiento a Dios por haber
obtenido la aprobación en toda regla. íSantas y
afectuosas recomendaciones que jamás deben
olvidarse!
-Ahora que las reglas ya están aprobadas, es
necesario que, de hoy en adelante, procedamos con
un orden preciso.
-Es menester que el Superior pueda disponer a
su voluntad de los individuos, especialmente para
el sagrado ministerio.
-Renunciemos a las inclinaciones personales y
esforcémonos por formar un solo cuerpo.
-Nadie se niegue a efectuar la labor
encomendada, aun cuando resultara pesada o
contraria a nuestro gusto.
-No sólo hay que estar unidos al Director, sino
obedecer verdaderamente: y, en vez de interpretar
la regla en el sentido de poderse eximir del
trabajo, interprétese en favor de la conveniencia
del mismo y hágase con prontitud y alegría.
-Respetar la Congregación no en general, sino
en cada uno de sus miembros.Nuestro Padre es Dios;
nuestra madre, la Congregación; por tanto hay que
amarla, defender su honor y no hacer nada que
pueda deshonrarla, detener su incremento y su
prosperidad.
-Atención con el amor a los padres. Quien ama a
su padre y a su madre más que a mí, ha dicho
Jesús, non est me dignus. Para nosotros es como si
no existiese nuestra casa, el padre, la madre y
los hermanos. Rezaremos por ellos, les
aconsejaremos, les prestaremos también algún
socorro, si lo necesitasen, pero nada más. Jesús
estaba sujeto a María Santísima y a san José,
pero, en lo que pertenecía a la gloria de su Padre
Celestial, quería ser completamente libre. Debemos
dar a los padres, que nos invitan a pasar unos
días en casa, la respuesta que dio Jesús en el
Templo cuando tenía doce años; esta misma
respuesta debemos dar también nosotros en
circunstancias parecidas.
-Sostengamos firmemente nuestros propósitos. No
hay que decir: <>, y mañana cambiar
de parecer y replicar: <>. Que nadie se
vuelva atrás; vayamos adelante libre y
valientemente. Obsérvense las Reglas y, además,
todas las otras prescripciones que se han
establecido.
Y después de haber hablado de los exámenes, de
los registros, con las calificaciones obtenidas en
cada curso, de la exención del servicio militar y
del noviciado a organizar poco a poco, concluía
diciendo:
-Nemo quaerat quae sua sunt, sed quae Jesu
Christi (Nadie se busque a sí mismo, sino a
Jesucristo).
-Dense frecuentes conferencias, en las que se
lea el Rodríguez o hable el Director de la materia
de los votos, de la virtud de la obediencia, del
desapego de las cosas de la tierra, de la ((**It10.1072**))
castidad y de la manera de guardarla; y de cómo
hemos de comportarnos con los padres.
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