((**Es10.931**)
>>->>Quién eres, amigo? >>Cómo te llamas?
>>Cuándo has llegado?
>>-Yo, contestó al punto, me llamo Pablo
Perrona, soy de Valperga, y he llegado aquí hace
dos o tres días.
>>->>Quieres ser amigo de don Bosco tú también?
>>-Claro que sí, pero no sé quién es don Bosco.
>>Ante su ingenua respuesta, todos los
compañeros soltaron la risa y le repetían por lo
bajo, pinchándole, que don Bosco era el cura que
le hablaba.
>>Entonces se descubrió, y abriéndosele el
corazón a la confianza, diríase que casi a la
alegría, dijo que deseaba mucho llegar a ser amigo
de don Bosco y que, desde que salió de su pueblo,
no deseaba otra cosa; es más, que se lo había
recomendado el párroco con el encargo de saludarlo
de su parte.
>>-Muy bien, replicó don Bosco; me alegra lo
que me dices; ahora >>sabes ya quién es don Bosco?
>>-Don Bosco es usted.
>>->>Sabes lo que desea don Bosco a sus hijos?
>>-Que seamos todos a, más b, menos c...
>>-íBravo! concluyó don Bosco. Si así lo haces,
seremos buenos amigos los dos.
((**It10.1011**))
>>Seguramente le habría dicho más cosas, pero en
aquel momento llegó una persona para hablarle, y
don Bosco, añadiendo estas palabras: ''Pregunta a
éstos cómo tienes que componértelas para hablar
con don Bosco'', les dejó. Se reunió con aquel
señor, se encaminó hacia la escalera frente a los
pórticos y empezó a subir lentamente. Siguióle
todavía él con la mirada sonriente, con el alma
satisfecha, como un rayo de sol después de una
larguísima lluvia.
>>Pero en cuanto desapareció don Bosco, vio
junto a sí a un jovencito que le hacía compañía y
le preguntó quién era, cuánto tiempo llevaba en el
Oratorio, y otras cosas por el estilo.
>>El, cobrando ánimos, le preguntó si sabía qué
tenía que hacer para encontrarse con don Bosco. El
compañero le miró sonriendo y después, tomándole
por la mano, le dijo:
>>-Si quieres venir, te acompaño enseguida.
>>Le llevó a la sacristía y, señalándole un
sillón debajo de un crucifijo con dos amplios
reclinatorios a los lados, le dijo que allí solía
confesar don Bosco y que precisamente para este
fin lo aguardaría.
>>Le dio muy contento las gracias y desde aquel
momento quiso prepararse para hablar con don
Bosco, como lo habían acordado. Efectivamente,
llegó la mañana, que él comenzó a llamar la
primera fortuna de su vida en el Oratorio, y se
acercó a don Bosco. Por vez
(**Es10.931**))
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