((**Es10.793**)((**It10.871**))
APENDICE, AL CAPITULO SEPTIMO
I
LAS REGLAS PRESENTADAS EN EL AÑO
1873
REGLAS DE LA SOCIEDAD
DE SAN FRANCISCO DE SALES
SOCIEDAD DE SAN FRANCISCO DE SALES
I 1
PREAMBULO
En todo tiempo hubo una especial solicitud
por parte de los ministros de
nuestra santa religión católica para dedicarse
celosamente a promover el bien
espiritual de la juventud, ya que de la
buena o mala educación de ésta, depende
el bueno o triste porvenir de las costumbres
de la sociedad.
El mismo divino Salvador nos dio
prueba evidente de esta verdad cuando
cumplió en la tierra su divina misión,
invitando con afecto singular a los niños
a acercarse a él: Sinite parvulos venire
ad me (Dejad que los niños vengan a
mi).
Los Obispos, y especialmente los Sumos
Pontífices, siguiendo las huellas del
Pontífice Eterno, el Divino Salvador,
cuyas veces hacen en la tierra, promovieron
en todo momento de palabra y
por escrito la buena educación de la juventud.
Pío IX reinante, a quien Dios
guarde mucho tiempo para gloria de la
Iglesia, además de los continuos trabajos
llevados a cabo en favor de la juventud
en peligro, favoreció con especiales medios
materiales y morales a las instituciones
que dedican sus cuidados a esta
parte del sagrado ministerio.
1 Esta traducción ya aparece casi totalmente
en el vol. VII, pág. 740 (Apéndice
n.° 7).
(**Es10.793**))
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