((**Es10.751**)
Ahora ruego humildemente a V. E. tenga a bien
comunicar esta mi situación al Santo Padre o a
quien juzgue oportuno y me dé una norma y consejo
a seguir. >>No sería demasiado atrevida la
petición de las dimisorias ad quemcumque
episcopum?
Dígnese compadecer la gran molestia que le
ocasiono y créame con la más profunda gratitud,
etc.
JUAN BOSCO, Pbro.
Monseñor Vitelleschi contestó:
Roma, 21 de mayo de 1874
Muy apreciado don Juan:
He leído y ponderado su carta, y puesto que,
como usted me pide, debo dar mi opinión sobre lo
que conviene hacer, creo que, por ahora, lo único
que se puede hacer es entregar al señor Arzobispo,
como documento a guardar en la Curia, un ejemplar
auténtico del Rescripto obtenido de la Sagrada
Congregación de Obispos y Regulares, según el cual
puede expedir las dimisorias durante un decenio en
favor de los socios de su Instituto, para ser
promovidos a las órdenes. Si usted se atiene a
este partido, no tiene más quehacer que mandar
pedir a la Secretaría de la mencionada
Congregación un duplicado para entregarlo al
Arzobispo.
Tal vez piense usted que de este modo accede a
lo que quiere ese Prelado. No hay duda que así es,
pero yo opino que tiene derecho a exigir este
documento; y efectivamente, si el Ordinario ha de
recibir las dimisorias del Superior Eclesiástico
de la Congregación Salesiana y por ende admitir a
los presentados ahora y en el futuro, servatis
servandis, es preciso que le conste de manera
legal y canónica que su Instituto ha obtenido de
la Santa Sede dicho privilegio. >>Y cómo le puede
constar canónicamente, si no es presentando y
depositando en la Curia la concesión auténtica
hecha por la Santa Sede por medio del susodicho
rescripto? Después de ello, ningún Ordinario puede
alegar ignorancia de tal privilegio, ni desconocer
el derecho del Superior General a expedir las
dimisorias de que se trata.
Estoy seguro de que, hecho esto, cesará toda
((**It10.825**))
oposición razonable de la Curia de Turín sobre
este artículo; y, si después hubiera algo menos
razonable, siempre está la Sagrada Congregación
para sostener las gracias y derechos concedidos
por la Santa Sede.
Esto es cuanto me apresuro a comunicarle como
respuesta de su última carta, después de lo cual,
con el aprecio de siempre, me repito
Su atento y
seguro servidor
>> VITELLESCHI, Arzob. de Seleucia
Obedecióle don Bosco y pidió sin tardanza
duplicado del Rescripto. Mientras lo esperaba para
enviarlo al Arzobispo, recibía una amonestación
sin fundamento alguno:
(**Es10.751**))
<Anterior: 10. 750><Siguiente: 10. 752>