((**Es10.728**)((**It10.799**)) Y le
concedió otros favores, entre ellos la facultad de
confiar a los clérigos, aun durante el año de
noviciado, las mismas ocupaciones señaladas en las
Constituciones para el tiempo de la primera
prueba, cuando creyese que sería para mayor gloria
de Dios.
Y añadió el Papa:
-Más aún, no los metáis en la sacristía, porque
se harán holgazanes; íponedlos a trabajar, a
trabajar!
Agradecióle el Santo el gran interés que había
tenido por la aprobación definitiva, y el Papa,
sonriendo, respondió:
-íPero ahora no me pidáis nada más!
-Sin embargo, Padre Santo, debo pedirle todavía
una cosa.
-íNada más, nada más!
-íEntonces la aprobación de las Reglas no me
sirve para nada!
->>Cuál sería vuestra petición?
-La dispensa de edad para los Consejeros del
Capítulo de nuestra Congregación. Las
Constituciones piden treinta y cinco años para ser
elegidos. Y casi ninguno de mis hijos ha llegado a
esta edad.
Y el Papa sonriendo, exclamó:
-íEl tiempo remediará este obstáculo!
Y añadió que por el momento se dejasen las
cosas como estaban; y más adelante, cuando algún
nuevo consejero no tuviera la edad reglamentaria,
se escribiese a la Santa Sede.
Habló todavía de algunas dispensas 1, y, cuando
sonó por fin la campanilla, hizo que entrara don
Joaquín Berto. Repitió éste su humilde
agradecimiento por la bondad que demostraba y le
pidió una bendición particular para sus padres y
para los alumnos del Oratorio, socios de las
Compañías ((**It10.800**)) de San
Luis, de la Inmaculada, de San José, del Santísimo
Sacramento y del Clero infantil.
Cuando bajaban la escalinata, don Bosco fue
saludado por monseñor Negrotto y por monseñor
Demerod, el cual le preguntó si todo estaba
concluido. Contestó el Santo:
-Sí, Monseñor, ya sólo falta que V. E. nos
prepare un albergue
1 Decía el Memorándum:
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(**Es10.728**))
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