((**Es10.705**)((**It10.775**))
Carísimo Rúa:
1.° Te incluyo una carta para Juan Turco;
procura que le llegue a donde se encuentra.
2.° íEl hundimiento de la bóveda del pozo negro
parece se deba a alguna fechoría muy gorda! Demos
gracias a Dios, ya que los daños han sido sólo
materiales, con un poco de susto.
3.° Dime si el Arzobispo ha dicho algo a Carlos
Buzzetti sobre la iglesia de San Segundo y si le
preguntó cuánto se ha gastado ya en aquel la obra;
que pida un poco de tiempo para hacer un cálculo
exacto y que me escriba enseguida. El me ha
escrito que el Ayuntamiento, al haber cedido ya el
área a don Bosco, no (puede) concedérsela a él sin
mi consentimiento, etc.
4.° Volviendo a la idea de edificar detrás de
la casa, bien está; pero yo quisiera que fuera
verdaderamente más separado de la casa, más
distante, pero hay que pensar si más hacia casa
Bellezza o hacia casa Tensi. Pensadlo y haced un
pequeño plano para llevarlo al Ayuntamiento; sin
ello volveremos a las infracciones y multas.
Probablemente, antes de que se pueda comenzar, ya
estaré yo en Turín.
5.° Para don Santiago Costamagna en Lanzo se
puede concertar con don Juan Bautista Lemoyne;
pero, si es posible dejar las cosas como están
ahora hasta fin de año, parece más oportuno.
Poneos de acuerdo.
6.° El demonio quiere darnos las últimas
patadas. Seguid rezando. La próxima semana tendrás
noticias positivas.
7.° No puedo olvidar el susto de los internos
de Gaia (Gaia era el cocinero, y sus internos, los
cerdos...) al oír el estruendo del derrumbamiento
y íver amenazado su palacio!
8.° Dame noticias de don Carlos Ghivarello; si
es bueno, si va a los recreos, etc.
Procura también hablar con el señor Pavesio;
salúdalo y dile que me daría un gran gusto si
pudiese tener noticias suyas, de su hermano y de
su escuela. Amén.
JUAN
BOSCO, Pbro.
Incluía una carta de pésame para el reverendo
diácono Juan Turco, por la muerte de su padre:
Carísimo Juan:
Me escribe don Miguel Rúa que ha fallecido tu
padre; me ha causado gran pena porque yo le quería
mucho. Concédale Dios el paraíso. He rezado, he
hecho rezar por él y seguiré haciéndolo.
Me ha causado verdadera satisfacción saber que
tú te encontrabas junto a su lecho. Esto habrá
aumentado tu dolor, pero a él le habrá consolado
mucho.
((**It10.776**)) Ahora
espero que su alma habrá volado al cielo donde te
esperará a ti y me esperará a mí. Haga Dios que
podamos juntarnos un día con él en aquel reino,
que ya no se perderá jamás. Ahora, para tu
tranquilidad, si tienes algo que hacer, algo
urgente que disponer, trátalo con don Miguel Rúa,
que tiene plenos poderes para todo.
Cuando yo llegue a casa, hablaremos de lo
demás, y estudiaremos las cosas de modo que
agrademos a Dios y, hasta donde sea posible,
también a los hombres.
(**Es10.705**))
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