Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es10.677**) por mi medio le envía su Apostólica Bendición, según me ha encargado comunicarle. Tanto él, como el cardenal Antonelli, están informados del asunto de Zinasco. Déme su bendición y créame su pobre, Roma, 6-1874 Afmo. en Jesucristo JUAN BOSCO, Pbro. Fue extraordinario, como ya hemos dicho, el trabajo que llevó a cabo durante esta permanencia en Roma en favor de las temporalidades de los Obispos de Italia; pero más intenso todavía fue el que hubo de sostener para ver a la Pía Sociedad definitivamente establecida. Para formarnos una idea de ello, bastaría una simple mención de todas las visitas, que consideró obligadas y convenientes, a Cardenales y Prelados. El 3 de enero habló con monseñor Vitelleschi y por la tarde de la Epifanía mantuvo con él otra larga conversación, como la que el día anterior había tenido con el cardenal Berardi, y a continuación dábase por feliz por haberse entendido plenamente con el Padre Santo, con el Secretario de la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares y con el Cardenal su gran amigo. En realidad, después del Papa, el cardenal Berardi y monseñor Vitelleschi fueron los que le ayudaron sin descanso, hasta alcanzar la meta. El 8 de enero fue a ver al cardenal Constantino Patrizi, por haberle notificado Su Santidad que en la Congregación Particular o Comisión Cardenalicia especial, que se formaría para la aprobación de las Constituciones, tal vez intervendría el Cardenal Vicario, y el Papa mismo le había informado de que el Arzobispo de Turín era del parecer contrario. El Cardenal ((**It10.745**)) le recibió con grandes agasajos y declaró, clara y llanamente, que tampoco él iba de acuerdo con monseñor Gastaldi. El día 9 fue al Santo Oficio para rogar al Comisario, monseñor Sallúa, de los Padres Predicadores, que dijera una buena palabra a su Hermano el padre Bianchi, Consultor de la Sagrada Congregación, que había redactado las treinta y ocho Observaciones; y también el buen Monseñor, piamontés, de la diócesis de Mondoví, que conocía la obra de don Bosco, le recibió y trató de la manera más cordial. Mientras tanto, monseñor Vitelleschi le daba la feliz noticia de que el Padre Santo había determinado ya formar la Congregación (**Es10.677**))
<Anterior: 10. 676><Siguiente: 10. 678>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com