Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es10.644**) íNunca lo hubiera dicho! Tiró al suelo el Arzobispo la lista de los ordenandos, que tenía en la mano, y soltó una sarta de invectivas durante más de una hora. Cuando acabó, recogió don Juan Caligero, sin decir palabra, los papeles, hizo una inclinación y se retiró apenado. Desde aquel día se vio en la necesidad de tener con el Prelado un porte diplomático, que desagradaba a monseñor Gastaldi, el cual en realidad le apreciaba mucho. También don Bosco lo vio exagerado en otras circunstancias. Un día entró en su despacho, mientras estaba escribiendo, y le oyó exclamar: -íOh, don Bosco! Aquí me tiene usted con un asunto muy serio entre manos. -Yo creo que todo lo que hace el Arzobispo siempre es cosa seria. -Pero se trata de un caso excepcional. Tengo que firmar un documento que se refiere a un canónigo. ->>Para promoverlo? -íNada de promoverlo! íEs la suspensión a Divinis! -Le ruego que pondere atentamente el caso... -Es un asunto grave y los informes recibidos son exactos. ->>Se podría saber quién es ese canónigo? -N. N. ->>De Chieri? -Precisamente de Chieri. -Excelencia, piense que este canónigo es famoso por su conducta integérrima. Todo Chieri le conoce y le quiere. íSería un escándalo! íSufriría menoscabo la estimación de la autoridad eclesiástica! -Y, sin embargo, es preciso hacerlo así, exclamó resueltamente el Arzobispo. Y así lo hizo. Eran cuestiones sobre una capilla. El canónigo era algo testarudo, y cuando le llegó la suspensión, que no esperaba, se salió de sus casillas ((**It10.709**)) y acudió a don Bosco, rogándole le quisiera admitir en una de sus casas para sustraerlo de la confusión, en que se encontraba; y don Bosco lo envió a Alassio, con disgusto del Arzobispo. (**Es10.644**))
<Anterior: 10. 643><Siguiente: 10. 645>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com