((**Es10.627**)
Agradezco su bondad, y créame con la más profunda
veneración,
De V. E. Rvma.,
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
P. D.-Creo es de suma importancia que los
socios de la proyectada academia sean
excepcionalmente conocidos por su ilimitada
veneración y adhesión a la Santa Sede.
Y en 1874 fue inscrito entre los miembros de la
Academia y contado entre los socios fundadores...,
pero el correspondiente diploma no le llegó sino
después de la muerte del Arzobispo 1.
íUna caricia y un bofetón a la par! íBofetón y
caricia juntos!
A primeros de diciembre envió el Arzobispo una
carta pastoral Para la Santísima Navidad, junto
con varios Avisos, en el primero de los cuales
decía:
Para evitar los desórdenes, que fácilmente
suceden avanzada la noche, cuando se produce
excesiva aglomeración de gente, prohibimos
severamente, bajo las penas eclesiásticas a
incurrir inmediatamente, lo mismo administrar la
santa comunión que celebrar las tres misas en la
noche de Navidad en cualquier iglesia donde se
celebra la misa a puertas abiertas y con acceso
del público. No hacemos excepción de iglesia
alguna y observamos que la facultad concedida por
el Sumo Pontífice a ciertas iglesias a tal
respecto, está concedida con la condición que no
falte el consentimiento del Arzobispo; y este
consentimiento, por la susodicha razón, Nos lo
negamos y, si ya hubiera sido concedido, lo
retiramos. Prohibimos también todo empleo de
música instrumental.
Don Bosco, que desde 1862 gozaba del
privilegio, concedido por la Santa Sede ad
septennium, de poder celebrar las tres misas y dar
la santa comunión en la noche de Navidad, que en
1869 le fue concedido in perpetuum para todas las
casas de la Pía Sociedad, informó de ello al
Arzobispo, pidiéndole también, si en las próximas
cuatro témporas podría ordenar a un clérigo; y el
Arzobispo le contestó cortés, pero secamente:
((**It10.690**))
Seminario, Turín,
19 diciembre de 1872
Muy Rvdo. Señor y carísimo amigo:
Concedo de buen grado que se emplee en el
Oratorio de V. S. en Turín y en otros lugares de
la Archidiócesis la facultad concedida de
administrar la sagrada comunión en la misa de la
noche de Navidad, con tal de que ésta se cante o
rece ianuis clausis (a puertas cerradas) al
público; pero no doy mi consentimiento para que se
1 Véase Apéndice, N.° X, 4.
(**Es10.627**))
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