((**Es10.62**)
Ahora no digo que esto venga o no del Señor;
pero sí puedo afirmar que casi todas las noches
soñaba con que la causa fundamental era la falta
de propósito en las confesiones. Y después me
parecía ver a algunos muchachos que salían de la
iglesia de confesarse y que tenían dos cuernos.
->>Cómo es esto?, decía para mí -íAh, esto
procede de la ineficacia de los propósitos de la
confesión! Este es el motivo por el que hay muchos
que van a confesarse con frecuencia, pero no se
enmiendan jamás, y confiesan siempre las mismas
cosas. Son los que (y hablo de casos hipotéticos,
pues no puedo servirme de nada de lo que he oído
en confesión, porque es secreto), son los que al
principio del año tuvieron una calificación
desfavorable y continúan con la misma; los que
murmuraban al comienzo del año y continúan
murmurando.
He creído oportuno deciros esto, porque es el
resultado de las pobres oraciones de don Bosco, y
procede del Señor.
De este sueño no dijo en público más detalles,
pero privadamente se sirvió de él para amonestar a
los muchachos.
Para nosotros, lo poco que dijo, y la forma
como lo dijo, constituye una grave advertencia,
que se ha de recordar con frecuencia a los
jovencitos.
8-9. Ilustraciones singulares en favor de la
Iglesia y de las Naciones.
Por su ardiente deseo de hacer el bien a todos,
tuvo también ilustraciones singulares, que le
sirvieron de norma para aliviar los males de la
Iglesia y de la sociedad civil.
((**It10.57**)) El
sueño profético del año 1870 no fue la única
ilustración que tuvo. El 14 de julio de 1873,
buscando don Joaquín Berto algunos papeles en su
escritorio, se encontró con uno que llevaba la
fecha: 24 de mayo de 1873-24 de junio de 1873. Don
Bosco se lo mandó copiar después, junto con otro
escrito que hizo llegar, por medio de tercera
persona, a Francisco José I, emperador de Austria
y rey de Hungría y Bohemia.
Estos dos últimos escritos pertenecen a nuestra
narración y nosotros los referimos junto con el
primero, aunque ya publicado, transcribiendo los
tres de un original, copiado por don Joaquín Berto
y pacientemente revisado y apostillado por el
mismo don Bosco 1.
El precioso documento es una de las varias
copias de las <(**Es10.62**))
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