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((**Es10.523**) IV DON JUAN BOSCO DATOS BIOGRAFICOS El nombre de don Bosco trae a la mente no sólo la idea de veneración, santidad, beneficencia, laboriosidad y providencia, sino también de cuanto puede realizar una voluntad tenaz por encima de infinitos obstáculos y peripecias, cuando, guiada por un santo fin y por el bien del prójimo, lo quiere firmemente. Querer es poder. ((**It10.571**)) En el 1815, en una humilde casita de campesinos de la aldea de Morialdo, ayuntamiento de Castelnuovo de Asti, nació nuestro santo varón. Sus padres, Francisco Bosco y Margarita Occhiena, le dieron con mucha razón el nombre de Juan, que significa don del Señor. En efecto, apenas salió de la primera infancia, y bajo la guía ejemplar de sus muy religiosos padres, dio pruebas sublimes de su piedad y de la ardiente ansia de aprender todo lo que se refería a la religión y al saber, sin preocuparse de las incomodidades, ni de la distancia a recorrer para trasladarse cada día al pueblo a tres millas del hogar paterno. Nada podía detener aquel genio, ávido de aprender y empapado en las máximas de la más sana moral. Hechos los primeros estudios elementales en el pueblecito de Castelnuovo, para proseguirlos se trasladó a un colegio de Chieri, donde siguió dando pruebas de su talento y piedad y se manifestó en él clara y resuelta la vocación al sacerdocio. Por lo cual ingresó en el Seminario de la misma Ciudad, donde no tardó en llegar a ser el más distinguido en el estudio y en la religión y también el más querido y estimado, merced a sus hermosas prendas, por profesores y compañeros a los que supo inspirar emulación y afecto, en vez de envidia. En la edad en que la ferviente imaginación de la juventud está inspirada por una musa, que le dicta versos, por desgracia dedicados a menudo a frivolidades humanas, a pasiones vulgares, a Juan, en cambio, le inspiraba poemas morales y religiosos nada comunes, pero siempre acompañados de ese brío, que también conviene a las más severas disciplinas, de modo que pronto mereció que los compañeros le calificaran de poeta improvisador del Seminario. Apenas transcurridos tres lustros, entró en la Residencia Sacerdotal de San Francisco de Asís en Turín, para perfeccionarse en los estudios, que tanto le interesaban, de teología y moral. Allí fueron sus guías el teólogo Guala, y el profesor Bosco, distinguidísimo profesor también de la Academia Militar. Con estos mentores y la continua perserverancia, no tardo en alcanzar la idoneidad para el Sacerdocio y que llegara el día que tanto tiempo había ansiado y que solía llamar el más hermoso de su vida, el día en que celebró su primera misa 1. Desde esta época en adelante, sería muy difícil y superior a las fuerzas del que escribe narrar las vicisitudes y los hechos de su continua actividad. íCuántas caritativas empresas llevó a cabo cuando todo parecían sueños de calenturienta fantasía y cuántas obras cumplió aquella alma ya todopoderosa, precisamente en circunstancias en que surgían dificultades infranqueables! Y todo, sólo y 1 Ingresó en la Residencia Sacerdotal siendo ya Sacerdote... en 1841. (**Es10.523**))
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