((**Es10.515**)señalaré
la causa que llevó a Roma al sacerdote turinés y
le retuvo allí hasta ayer.
((**It10.563**)) >>La
naturaleza de los diversos centros que don Bosco
posee y dirige, le ponen en la necesidad de tener
que relacionarse, unas veces con ministros que le
remedien alguna dificultad, o le obtengan alguna
concesión, otras con diputados o senadores a
quienes conoce, para conseguir recomendaciones y
apoyos en favor de sus fines filantrópicos.
Llegado a Roma, pero con un fin diverso, aprovechó
la ocasión para atender dichos intereses. Llamó la
atención en Roma ver a un cura en las salas de
espera de un ministro. Y eso bastó para que los
reporteros empezaran rápidamente a fabricar las
más extrañas conjeturas.
>>Tal vez la misma conducta de don Bosco, que
no se preocupó de disipar las voces que corrían
sobre su persona y su supuesta misión, autorizaron
a ciertas personas a creer de buena fe, que
llevaba una misión. Algunas palabras, que se le
pudieron escapar en lugar poco oportuno, pero que
no expresaban más que su opinión personal,
bastaron para que la chispa produjera un gran
incendio. >>Tenía él, además, directamente algún
mandato? No, de ningún modo. Esta era la
convicción de todos y no pasaba por las mientes de
nadie resucitar a un muerto. Pero es el caso que
un tal Leví (judío de religión), célebre por sus
imaginarias invenciones, al enterarse de que don
Bosco iba a marchar de Roma y no sabiendo qué
decir de esta partida, inventó una historieta, que
tuvo eco en varios periódicos revolucionarios. Y
eso es todo.
>>He aquí ahora la verdadera causa, que llevó a
don Bosco a Roma. Muchas veces, y ya hace varios
años, desea ardientemente obtener la aprobación y
la independencia de su Congregación, la cual le
fue negada siempre por la Congregación de Obispos
y Regulares.
>>El sacerdote Bosco, con una perseverancia que
le honra, nunca se desalentó y aprovechó todas las
ocasiones para lograr su intento.
Ultimamente creyó haber hallado suficientes
motivos para defender su causa, renovó su
instancia y fue personalmente a sostenerla,
dispuesto también a dar todas las explicaciones y
aclaraciones necesarias. Expuso que si le quitan
los sacerdotes que, a su costa, abrazan la
carrera, se le priva del más poderoso medio para
la continuación de la obra de caridad, a la que se
ha consagrado, puesto que le ((**It10.564**))
faltarían los sujetos preparados para sus diversos
oratorios, especialmente en el campo de la
educación e instrucción de los jóvenes asilados.
Por eso él pide que los sacerdotes por él formados
estén y
(**Es10.515**))
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