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capital. El sacerdote don Bosco, como hace ya un
mes comuniqué, intentó convertirse en
intermediario entre el Gobierno del Rey y la Santa
Sede para encontrar la manera de facilitar a los
nuevos Obispos Italianos la consecución del
exequátur regio. Hay mucha distancia de este
intento al de conciliación entre el Estado y la
Iglesia, que se le atribuye. La verdad es que el
modesto intento, que hizo por propia iniciativa,
fracasó por la resistencia del Gobierno más que
por la oposición encontrada en las altas esferas
del Vaticano. El sacerdote don Bosco se retiró de
este campo en cuanto vio contra qué escollos debía
chocar y se detuvo todavía en Roma para obtener la
aprobación pontificia de la nueva corporación
religiosa por él fundada. En esto fue más
afortunado y alcanzó lo que se proponía, a pesar
de que en ciertos círculos eclesiásticos no
soplaban vientos muy favorables para su petición.
También en esta ocasión tuvo don Bosco una prueba
de la ilimitada benevolencia, que el Padre Santo
tiene con él>>.
Y he aquí el artículo del Journal de Florence,
publicado el 17 de abril, copiado en parte por el
Osservatore Romano del 22, y traducido íntegro por
el Emporio Popolare di Torino el domingo 19.
<((**It10.559**)) tan
sinceras que bien le cuadra el título del que
merecidamente se gloría, a saber Eco de Roma. En
su número del 17 de abril, leemos un importante
artículo sobre la estancia en Roma del reverendo
don Bosco, con el que se deshacen todas las
habladurías inventadas por muchos diarios.
Celebramos hacer nuestro este artículo y lo
publicamos para satisfacción de nuestros lectores.
Siempre creímos en esta materia lo mismo que ahora
nos proporciona con toda certeza el reputadísimo
diario.
Estas son sus palabras:
<>Pero actualmente, la supuesta misión de don
Bosco ha dado tanta materia a comentarios y hasta
tal punto se ha hecho sujeto de fábulas, que no
podemos dejar de dar su verdadera y única
relación, exacta y auténtica hasta el punto que no
podrá ser desmentida.
>>El viaje de nuestro venerado amigo a Roma, a
principios de este invierno, tenía
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