((**Es10.510**)
Y desde este punto de vista, su fama de gran
taumaturgo, ante los Monseñores de Roma, no puede
decirse usurpada.
Nada más lógico, pues, que allá, donde sobre
todas las cosas de este mundo, se adora al becerro
de oro, ese insuperable cazador de legados y
tesoros ocultos, sea considerado como un ser
milagroso y venerado como un santo.
Pero >>nuestros Maquiavelos, que, sin embargo,
debían saber con quién trataban, no sabían
encontrar otro mejor para tratar de esa
conciliación, si realmente la creían necesaria?...
Y basta. El hecho es que, a lo que se cuenta,
Dominus Lignus ha vuelto a Turín, sin resultado
alguno, perdiendo el tiempo en Roma.
Y esto, a todas luces, era de suponer.
Pero >>quién pagó los gastos de este viaje?
íCaramba! Los Santos del mismo paño que Dominus
Lignus no hacen nada por nada; por uno y por otro
lado se aprovechan, y en grande.
íAtención al Balance! Y no añadimos más.
Cuando andan de por medio ciertos obradores de
milagros, no hay que extrañarse de que, de un día
para otro, todos los recursos del Estado quedaran
hipotecados para la Santa Causa.
íSon tan listos nuestros gigantes políticos!
>>Fiarse de Dominus Lignus? íEs peor que fiarse
de Gribouja, que escondía su propio dinero en los
bolsillos de los otros!
FRAY JOCUNDO
El día 14 de abril, a las ocho cincuenta de la
mañana, salía don Bosco hacia Florencia. Era un
día lluvioso. Le acompañó a la estación el señor
Alejandro Sigismondi, satisfechísimo de haberlo
hospedado en su casa por tres meses y medio.
<((**It10.558**)) la
Gaceta de Italia, que hablaba muy favorablemente
de don Bosco. A la señora Jerónima le disgustó
mucho el artículo de la Voce della Verit…... >>.
El día 15 celebró la misa en casa, y después
fue a visitar al Director del Journal de Florence.
<>-íEsperamos de usted algo mejor que la
conciliación!>>.
En la Gaceta de Italia, del 14 de abril, se
leía:
<(**Es10.510**))
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