((**Es10.483**) >>Lo
sentimos, señores, pero esta palabra no puede
pronunciarse, esta paz no puede hacerse. >>Qué
queréis? Nuestro Señor fue también un gran
pendenciero. La emprendía siempre contra el mundo
y particularmente contra aquellos óptimos
Fariseos. Daba siempre golpes y más golpes
((**It10.527**)) en el
mismo clavo y no terminó ni en el pretorio.
Comprendo que a vosotros os interesaría quedaros
tranquilamente con la presa. Cuando uno ha hecho
un gran negocio, a despecho del séptimo
mandamiento, se pone los guantes, se arregla la
corbata y muy a su gusto se agrupa con las
personas honradas, que no roban nunca ni un
céntimo. Pero le vuelven éstas las espaldas y
entonces se pone furioso. >>Qué pide por fin? Una
palabra, un apretón de manos y ser tenido por
honrado; pero esto no puede hacerse en absoluto.
>>Tomamos la cosa a broma, porque tendría otra
cara. Si fuera verdad lo que andan diciendo
ciertos periódicos del Gobierno, que incluso algún
hombre de iglesia quisiera dar una mano al famoso
puente y obligar al Papa a cambiar ese modo que
hace su nombre tan glorioso de un cabo a otro del
mundo; si hubiese habido o hubiese alguien, que
viniese de lejos a soplarle al oído semejantes
consejos, no dudaríamos, cualquiera que sea su
hábito, en darle el puesto que le corresponde en
el Evangelio del primer Domingo de Cuaresma.
>>Nosotros no creemos tales cosas, porque es
demasiado alta la estimación que tenemos de
nuestro clero italiano. Admitido, por absurdo que
nos parezca, le diríamos: amigo, vuélvete a tu
patria, aquí pierdes el tiempo. Pío IX es un varón
noble y santo y con él no se consigue nada. Lo has
entendido; y si eso no bastase, ten entendido que
hablaremos más claro, pero no te aconsejamos. X>>.
Este artículo desagradó mucho en el Vaticano.
Pío IX mandó llamar a Monseñor y, después de darle
un solemne reproche, ordenóle reparar de algún
modo la ofensa inferida a don Bosco. Monseñor
Nardi consideró que cumplía lo mandado con cuatro
líneas, que publicó el 6 de febrero en alabariza
del mencionado librito de Belasio: NOTAS
BIBLIOGRAFICAS. -Sobre la verdadera escuela para
volver al buen camino a la Sociedad, por el
profesor, teólogo Antonio María Belasio, Director
espiritual del Seminario de Vigévano.
<(**Es10.483**))
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