((**Es10.454**)
Esto es cuanto puedo notificarle, al tiempo
que, besándole el sagrado anillo con todo respecto
y veneración, me profeso,
De V. E. Rvma.
Su
atto. y seguro servidor
L. PEIRANO, Canónigo
Monseñor Sciandra entregó a don Bosco las dos
cartas y don Bosco se las comunicó al cardenal
Antonelli para obtener la posibilidad de seguir
las negociaciones dentro de aquella base. Pero el
Cardenal no cedió y volvió a repetirle que se
atuviera a la manera que le había indicado ya
varias veces, a saber que el Gobierno pidiese al
Secretariado de la Sagrada Congregación
Consistorial la fecha, los nombres de los nuevos
obispos y las diócesis asignadas a cada uno.
Ilmo. Señor:
He recibido la carta de V. S. Ilma. del 20 p.
pdo. mes con el correspondiente adjunto. Después
de leída, debo indicarle que en el asunto ((**It10.495**)) de que
se trata, la única manera a seguir es la que ya le
notifiqué. Por lo demás, no sabría decirle si su
venida a Roma pudiera ser útil, pues no me parece
que el Gobierno esté dispuesto a hacer nada bueno.
Como quiera que se considere esta mi opinión, V.
S. está en plena libertad de atenerse al partido
que estime más oportuno.
Con las muestras de mi distinguido aprecio me
repito.
De V. S. Ilma.
Roma, 1. ° de noviembre de 1873.
Su seguro servidor
ANTONELLI, Cardenal
11. Otra vez en Roma
Así las cosas y, teniendo que ir a Roma para
activar las gestiones de la definitiva aprobación
de las Constituciones Salesianas, don Bosco se
apresuró a despachar los asuntos que llevaba entre
manos, y determinó anticipar la salida,
inmediatamente después de las fiestas de Navidad.
Y henos aquí dispuestos a entresacar noticias
del amplio diario de don Joaquín Berto, que fue
también su compañero de viaje en esta ocasion.
<(**Es10.454**))
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