((**Es10.443**) >>Es
singular, además, el amor que los romanos le
manifiestan abiertamente: hasta los más ricos se
dan por dichosos si logran obtener una visita, una
misa, o al menos una palabra.
>>Es maravilloso que don Bosco, aunque tan
lejos y entregado a tan graves asuntos, no olvide
a sus hijos; no habla más que de ellos;
lo mismo si actúa que si escribe, todo lo hace por
sus hijos.
>>>> Y qué haremos nosotros? íProcuremos, al
menos, recompensarlo con nuestra buena conducta,
para que, cuando pida noticias nuestras, pueda
recibirlas consoladoras, que le recompensen de
tantos trabajos como lleva a cabo por nosotros.
>>Dentro de poco tendremos en Turín un grupo de
muchachos romanos, uno de los cuales hace de
monaguillo en la Basílica de San Pedro en el
Vaticano.
>> Cierto día, mientras don Bosco iba a su
residencia, por las calles de Roma, pasó a su lado
una escuadra de soldados del cuerpo de cazadores;
uno de ellos se separó de las filas y corrió a
besarle la mano, le preguntó quién era y oyó que
era un tal Luis Ferrero, de Carignano.
>>Hablaban varias personas con don Bosco y le
preguntaron sobre los asuntos presentes y futuros
de la Iglesia: les respondió que durante todo el
año 1873 no habría señal alguna de tranquilidad en
la Iglesia y que la paz no llegaría a la Iglesia
hasta después de 1878. Ya desde 1847, cuando le
preguntaban sobre el particular, contestaba lo
mismo; veremos el resultado.
((**It10.483**)) >> Una
tarde caminaba don Bosco con su secretario, e iban
detrás de ellos dos personajes de la alta
sociedad. No conocían a don Bosco en persona.
Conversaban entre sí en voz alta y decían que sólo
don Bosco podía arreglar los asuntos presentes y
superar todas las dificultades. Y don Bosco, que
iba a dos pasos de ellos, reía, pensando en el
proverbio de: Lupus in fábula (El lobo en la
fábula).
>>Pidiéronle a don Bosco que fuera a bendecir a
un jovencito paralítico: fue inmediatamente, le
bendijo y después aseguró a los padres que para
Pascua estaría completamente curado.
>> Ya ha tenido una entrevista con el Ministro
Lanza y espera tener otras más. Las palabras de
don Bosco son bien recibidas por los Ministros y
esperamos que también abran brecha en sus
corazones.
>>A la vista de tantos actos de amor, que no
sólo los italianos, sino también los extranjeros
profesan a don Bosco, y ante la ilimitada
confianza que ponen en él, ícon cuánta razón
tendríamos que amarle nosotros, sus hijos, cuánta
confianza deberíamos tenerle!
>> Sí; lo que no hemos hecho en el pasado,
hagámoslo en el futuro;
(**Es10.443**))
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