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alumnos hipócritas y malvados, y ponía al frente
al clérigo Broschi, el más astuto y malvado de
todos ellos. Todos comprendieron enseguida contra
quién iban dirigidos los golpes, y causó
repugnancia.Los mismos obreros exclamaban al leer
aquellas páginas, tal y como el propio Lemoyne les
oyó en el tren de Turín a CiriŠ:
->>Aún no han acabado estas bobadas? íLas obras
de don Bosco son algo que se ve! Si les saca
dinero a los ricos, vemos que con él mantiene a
cientos de muchachos que recoge por las calles.
íQué haga lo mismo el que escribe esto, si es
capaz!
Il Ficcanaso era un periodicucho que descubría
los secretos más sucios de ciertas familias y
cobraba el silencio con gruesas sumas de liras,
hasta por decenas de mil. Su director era un tal
Onetti, natural de Lu Monferrato, el cual, a pesar
del mucho dinero tan perversamente alcanzado, se
arruinó. No le quedó más que una casa hipotecada
en su pueblo, y íhasta el pajar de la misma fue
pasto de las llamas!...
((**It10.461**)) Salió
en defensa de don Bosco el abate Maximiliano
Bardessono de los Condes de Rigras. Era éste un
valiente orador, que semanalmente, a diario muchas
veces, y, en ocasiones, varias veces al día,
fulminaba desde el púlpito contra la incredulidad
y el vicio, y arrastraba a los oyentes a la fe y
la virtud, descubriendo magistralmente la belleza
del cielo. Los pobres tenían en él un padre, que
los amaba tiernamente; los afligidos, un ángel
consolador; la juventud, un guía seguro; las almas
piadosas, un sabio director; las ovejas
descarriadas, el más amoroso de los pastores; y el
Oratorio y la Obra Salesiana, un amigo sincero, un
bienhechor insigne, un patrocinador impertérrito.
El querido Abate (que volaba al cielo el 1.° de
enero de 1879, apenas cumplidos los cuarenta
años), tan pronto como vio el asqueroso folleto
del Ficcanaso, escribió y publicó, a través de la
tipografía y litografía Fo…, un opusculito
titulado: Don Juan Bosco: datos biográficos, con
un bonito retrato del Santo en la portada. Por
medio de los vendedores de periódicos de la calle
repartió millares de ejemplares. No se podía
trazar un elogio más justo 1. Traemos aquí algunos
párrafos:
<(**Es10.424**))
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